El súper peso ¿realmente existe?

Cynthia Valeriano

El súper peso ¿realmente existe?

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Desde el 2021 y lo que va del 2022 uno de los fenómenos que mas ha llamado la atención de todos los analistas económicos ha sido la fortaleza de nuestra moneda.

Para algunos el hecho de que el peso haya soportado como pocas monedas (ya quisiera el euro un efecto similar, por ejemplo) los vaivenes del mercado ocasionados por los conflictos y sucesos globales se debe, señalan, a un buen manejo de las finanzas públicas desde la oficina de Ramírez de la O, a una constante búsqueda del superávit fiscal que se prioriza al cumplimiento de las metas, los programas y proyectos gubernamentales que son víctimas de recortes presupuestales en todas sus áreas, sean estratégicas o no.

Otros también responsabilizan al diferencial de tasas de interés, es decir, a pesar de que las decisiones tomadas por la Reserva Federal de los Estados Unidos, mantienen las tasas de interés en un parámetro de entre 3.75 a 4.0 que a comparación del parámetro de los 7 años previos que se mantuvo entre 0 y 0.25% es terriblemente elevada, en nuestro país en la última decisión de política monetaria, el Banco de México ha determinado que la tasa de referencia se colocaría por encima del 8.75% con posibilidades de llegar a 10 al finalizar el 2022. Por lo tanto, en una simple operación matemática el diferencial de entre 5 y 6 puntos base entre tasas de interés (denominado “spread” en el argot financiero) ha provocado el surgimiento de estrategias financieras para pedir dinero prestado en economías con bajas tasas de interés e invertirlo en economías con tasas de interés elevadas y con ello ampliar su ganancia.

También están aquellos que responsabilizan a las remesas de nuestro peso super poderoso, de acuerdo con el último reporte de Banco de México, de enero a septiembre nuestro país ha captado casi 43 mil millones de dólares, de los cuáles poco más de 5 mil se recibieron en el mes de septiembre siendo estos ingresos, un 14% más elevados que el mismo periodo del 2021. De seguir así, las perspectivas señalan que cerraremos el año con más de 50 mil millones que le permitirán a millones de familias en nuestro país sostener sus niveles de consumo a pesar de la inflación.

Finalmente se encuentran aquellos que señalan que el importante incremento en las exportaciones es la causa principal, y es que de acuerdo con el último reporte de la balanza comercial del INEGI, al cierre de septiembre del 2022, las exportaciones crecieron en más de un 25% anual, principalmente en mercancías no petroleras, lo que implicó un incremento en el comercio con Estados Unidos y una mayor captación de divisas.

Sin embargo, y con riesgo de ser una aguafiestas, ciertamente aún estamos lejos de hablar de un peso fuerte, la razón es que a pesar de todos los puntos que hemos comentado anteriormente, aún estamos más de un 6.32% por encima de los niveles del 2020 cuando la paridad era de 18.50 previo a la pandemia ¿y que debe suceder para regresar a esos niveles?... elevar la inversión y aunque en el último informe el INEGI señala que la inversión fija bruta (esa que se registra cuando las empresas compran maquinaria, equipo o amplían sus capacidades productivas) ha crecido en un 10.7% en su tasa interanual en los últimos 10 meses, la caída en el 2020 fue del 18.2% y previo a este año ya se había registrado una reducción del 4.9% en el 2019, es decir, la inversión fija bruta mantiene un registro de caída desde el 2019 hasta el 2021 de más de un 20%, apenas recuperando (con una economía totalmente reactivada y sin restricciones a la movilidad) apenas el 50% de lo que se ha contraído desde el inicio del sexenio.

Lo anterior es pocas veces valorado cuando analizamos las aparentes causas de la fortaleza de la moneda, si bien en efecto el equilibrio de las finanzas públicas, el diferencial de tasas, los récords históricos de las remesas, el valor de las exportaciones o el tamaño de nuestra deuda contribuyen a sostener su valor, debemos reconocer que a nuestro peso le ha “afectado menos” el adverso contexto gracias a la suma de todos los elementos anteriores. Ojalá que alcance el sexenio para dejar la economía como estaba en el 2018, eso implicaría, por lo menos, que este período se registraría en nuestro inconsciente colectivo como un muy vago recuerdo de algún suceso que la memoria preferiría olvidar.

Cynthia Valeriano López Opinión y Análisis ultranoticias