En el ego

Martha Nava

En el ego

Imagogenia

Opinión de Martha Nava, especialista en Imagen Estratégica


El presidente, Andrés Manuel López Obrador no está pasando por su mejor momento, y no estoy hablando sólo de la creciente inseguridad, ni del alto costo de productos de la canasta básica o de sus “magnas obras” que se mantienen en el hilo de la controversia, no está vez me refiero a su ego lastimado.

Le está costando mucho políticamente, ya que mientras vende la idea de que ninguna alianza o partido de oposición serán capaces de ganarle en la próxima contienda presidencial, a su proyecto de nación o en realidad a su partido, Morena; la marcha del pasado 13 de noviembre en la que se buscaba defender al INE o protestar contra la Reforma Electoral le dió justo en el ego, y no por el tema que abordaron, eso le tiene sin cuidado al final de una u otra forma se hará su voluntad, lo que al parecer realmente le molestó son las miles de personas que se dieron cita para algo que van en contra de sus ideas.

Si bien la marcha en “defensa del INE” fue convocada por los líderes de oposición, que hasta entonces se habían mostrado marchitos ante las maniobras políticas de la actual administración, ese fin de semana mostraron el músculo con su convocatoria y lograron la asistencia de cerca de un millón de personas entre la Ciudad de México y otras 44 ciudades; aunque la cifra estimada varía según a quién le preguntes.

Ahora, cómo este “nivel” de convocatoria no le gustó nada al presidente, surgió la “contra marcha”. Una justificada en la celebración de los cuatro años de la Cuarta Transformación (4T), aunque no podemos desechar la idea de que, en realidad, la marcha convocada por el presidente desde la mañanera en Palacio Nacional más bien tenía como objetivo acariciar su lastimado ego. Para esta marcha, lamentablemente para AMLO, lo que más circuló en redes y medios de comunicación fue el “acarreo” -concepto institucionalizado y aplicado sin temor por pasadas administraciones, nada nuevo -, disfrazado de “transporte para facilitar el traslado” y “ayuda humanitaria” para quienes querían ver al líder pero no tenían dinero; y también las famosas “listas de asistencia” de diferentes organizaciones que obligaban a las personas, no sólo a asistir, sino a llevar más gente con ellos.

Ciertamente esto no ayudó en nada a la imagen del presidente ¿por qué? Veámoslo de la siguiente manera, hace algunos ayeres AMLO tenía un poder de convocatoria fluido, natural, vaya no era complejo para él llenar calles y plazas. Hoy, gracias a esta marcha, Andrés Manuel demostró que tiene el poder de movilizar a muchos ciudadanos pero ya no cuenta con el apoyo de la mayoría como él creía. Así mismo, dejó en claro que es celoso del poder que ostenta y que no pretender compartirlo o ceder de ninguna manera. Y también, mantiene su discurso divisorio, sigue sin apelar a la unidad y se aferra a la premisa “divide y vencerás”, porque al final es más fácil romper a grupos pequeños que luchar contra la multitud que le pegó en el ego en la marcha “del INE”.

Twitter: @Mar_Naa