Imagogenia
Opinión y análisis en Imagen estratégica
Los errores en materia de comunicación política salen caros, y eso lo debe saber el presidente, Andrés Manuel López Obrador, por algo no hizo mucho por abordar el tema de un video que no debió exhibirse en la mañanera y es que, pongo contexto: esta semana durante la conferencia matutina en Palacio Nacional AMLO pidió a su equipo de comunicación pusiera en la pantalla que se muestra detrás de él un tuit de la diputada panista en la Ciudad de México, América Rángel quien publicó “Los derechos humanos son, precisamente para los humanos. Los delincuentes son bestias que no merecen ninguna consideración”; esto, en un afán de demostrar que así es cómo piensa la oposición, calificándolo como un pensamiento conservador, por decir lo menos.
Lo malo, es que el tiro le salió por la culata pues cuando solicitó al vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez, exhibir el tuit este reprodujo un video de la senadora panista Kenia López Rabadán, en el que habla de la “militarización del país” y no sólo eso, el video se siguió reproduciendo por más de dos minutos lo que dio pauta a que todos los medios presentes escucharan de manera atenta la exposición de la senadora en la señalaba entre otras cosas: el mal salario que se le da a los policías, que el 99% de los mexicanos nunca podrá comprar los tenis que usa la familia del presidente o comprar la casa de Houston, entre otras cosas a las cuales el presidente se limitó señalar que faltaba lo de Twitter , que se trataba de otra legisladora y que con todo respeto “zafo”.
Evidentemente la senadora agradeció al presidente la “promoción”, aplaudió que en Palacio Nacional escuchen y difundan las críticas que se hacen por parte de la oposición; y aprovechó el espacio para convocar públicamente al presidente a dialogar para escuchar sus razones mutuas.
Ciertamente, este suceso si bien puede no afectar directamente la aprobación del presidente en las encuestas, sí abrió la puerta para posicionar la imagen de un personaje de oposición de manera positiva, sobre todo por la reacción de ella ante el contexto, pues se mostró abierta a escuchar y ciertamente está abordando temas con un lenguaje coloquial, que es de su competencia -pues es presidenta de la Comisión de Derechos Humanos e integrante de la Comisión de Defensa Nacional- y además sin ser grosera; mientras que dejó mal parado al presidente y a su equipo por la reacción de ambos ¿por qué? Porque su equipo de comunicación debió parar de inicio el video que ciertamente era un tanto provocativo considerando que abordaba temas delicados pues, sin mencionar nombres, abordaba temas que se contraponen entre lo que dice el presidente y lo que predica su familia; y claramente, la reacción del presidente al decir “Pero, nada más le contesto a la señora, con todo respeto: zafo” con un cierto tono de burla, lo que no contribuye a posicionar la imagen del presidente de manera positiva pues en primera instancia está ocupando el tiempo de los medios para abordar temas que no son de importancia nacional, como el tuit de la diputada-honestamente-, y además demuestra, de nueva cuenta que, aquello que le incomoda o no va de acuerdo a lo que quiere, tal y como dijo, lo desecha y por ende demuestra que no está abierto al diálogo contrario a lo que dice en el discurso.
Al final, estos son detalles sumamente importantes que el presidente y su equipo de asesores deben evitar o en su defecto tener a la mano manuales de crisis para poder aprender a enfrentar este tipo de eventos, a fin de que la imagen del presidente y su administración salgan lo menos raspados posible.
Twitter: @Mar_Naa
Opinión y análisis en Imagen estratégica
Los errores en materia de comunicación política salen caros, y eso lo debe saber el presidente, Andrés Manuel López Obrador, por algo no hizo mucho por abordar el tema de un video que no debió exhibirse en la mañanera y es que, pongo contexto: esta semana durante la conferencia matutina en Palacio Nacional AMLO pidió a su equipo de comunicación pusiera en la pantalla que se muestra detrás de él un tuit de la diputada panista en la Ciudad de México, América Rángel quien publicó “Los derechos humanos son, precisamente para los humanos. Los delincuentes son bestias que no merecen ninguna consideración”; esto, en un afán de demostrar que así es cómo piensa la oposición, calificándolo como un pensamiento conservador, por decir lo menos.
Lo malo, es que el tiro le salió por la culata pues cuando solicitó al vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez, exhibir el tuit este reprodujo un video de la senadora panista Kenia López Rabadán, en el que habla de la “militarización del país” y no sólo eso, el video se siguió reproduciendo por más de dos minutos lo que dio pauta a que todos los medios presentes escucharan de manera atenta la exposición de la senadora en la señalaba entre otras cosas: el mal salario que se le da a los policías, que el 99% de los mexicanos nunca podrá comprar los tenis que usa la familia del presidente o comprar la casa de Houston, entre otras cosas a las cuales el presidente se limitó señalar que faltaba lo de Twitter , que se trataba de otra legisladora y que con todo respeto “zafo”.
Evidentemente la senadora agradeció al presidente la “promoción”, aplaudió que en Palacio Nacional escuchen y difundan las críticas que se hacen por parte de la oposición; y aprovechó el espacio para convocar públicamente al presidente a dialogar para escuchar sus razones mutuas.
Ciertamente, este suceso si bien puede no afectar directamente la aprobación del presidente en las encuestas, sí abrió la puerta para posicionar la imagen de un personaje de oposición de manera positiva, sobre todo por la reacción de ella ante el contexto, pues se mostró abierta a escuchar y ciertamente está abordando temas con un lenguaje coloquial, que es de su competencia -pues es presidenta de la Comisión de Derechos Humanos e integrante de la Comisión de Defensa Nacional- y además sin ser grosera; mientras que dejó mal parado al presidente y a su equipo por la reacción de ambos ¿por qué? Porque su equipo de comunicación debió parar de inicio el video que ciertamente era un tanto provocativo considerando que abordaba temas delicados pues, sin mencionar nombres, abordaba temas que se contraponen entre lo que dice el presidente y lo que predica su familia; y claramente, la reacción del presidente al decir “Pero, nada más le contesto a la señora, con todo respeto: zafo” con un cierto tono de burla, lo que no contribuye a posicionar la imagen del presidente de manera positiva pues en primera instancia está ocupando el tiempo de los medios para abordar temas que no son de importancia nacional, como el tuit de la diputada-honestamente-, y además demuestra, de nueva cuenta que, aquello que le incomoda o no va de acuerdo a lo que quiere, tal y como dijo, lo desecha y por ende demuestra que no está abierto al diálogo contrario a lo que dice en el discurso.
Al final, estos son detalles sumamente importantes que el presidente y su equipo de asesores deben evitar o en su defecto tener a la mano manuales de crisis para poder aprender a enfrentar este tipo de eventos, a fin de que la imagen del presidente y su administración salgan lo menos raspados posible.
Twitter: @Mar_Naa
