Por @OscarGlenn
La oportunidad se entiende como la circunstancia, momento o medio oportunos para realizar o conseguir algo. Así se fue la oportunidad del gobierno federal para derribar ante la opinión pública el escepticismo y la resistencia sobre la construcción del Tren Maya en el tramo cinco, al cancelar el diálogo programado con los grupos de activistas que aseguran se está provocando un severo daño a entorno ambiental, porque entre otras cosas afirman que no se cuenta con los dictámenes ni autorizaciones de impacto ambiental, pues no se han visto. No quisieron tomar la oportunidad de demostrar su verdad y nuevamente optaron por descalificar y mentir sin pudor.
La semana pasada, el juzgado primero del Distrito de Yucatán determinó la suspensión provisional de la construcción del mismo tramo cinco del Tren Maya que va de Playa del Carmen a Tulum, Quintana Roo, por no contar con una autorización en materia de impacto ambiental y es tanta la obstinación que, en lugar de tomar la oportunidad de corregir su proyecto, crean evasivas inverosímiles como si estuvieran construyendo en el patio de su casa. Una vez más nos preguntamos ¿por qué si han concebido proyectos que consideran prioritarios y trascendentes, no se esfuerzan un poco para hacerlos bien? La Historia habrá de juzgarlos.
Otros que están dejando ir su oportunidad, son los entes fiscalizadores que al parecer se han quedado petrificados, no quieren provocar la ira presidencial y prefieren mantenerse omisos para señalar y sancionar las carencias, deficiencias e incumplimiento de requisitos. Parece que alguien está convencido que los daños, el gasto infructuoso, así como las irregularidades administrativas y el fincamiento de responsabilidades, nunca se habrá de sancionar. Ojalá se equivoquen.
Otra oportunidad de rectificar se ha ido este lunes que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que no se puede constituir el padrón de datos biométricos de usuarios de telefonía que con el aval del congreso pretendían crear, pues no se justifican las violaciones a la privacidad, la intimidad y la protección de datos personales, entre otras cosas. Ojalá dejen de dilapidar recursos en proyectos regresivos y deficientes, no en valde el tiempo que ha tomado desarrollar procesos, leyes, instituciones y conocimiento que insisten en despreciar. Por fortuna, una vez más los contrapesos y la sociedad civil siguen trabajando. Ojalá que así se preserven.
Abrazo solidario
Mis sinceras condolencias para los familiares y compañeros de mi querida amiga y colega Rosa María Coyotécatl, que como una guerrera siempre con actitud inquebrantable se abrió paso y superó retos para labrar su lugar en la historia del periodismo mexiquense, hasta el final de sus días luchó y así la recordaremos con cariño. ¡Hasta siempre Rosy!
La oportunidad se entiende como la circunstancia, momento o medio oportunos para realizar o conseguir algo. Así se fue la oportunidad del gobierno federal para derribar ante la opinión pública el escepticismo y la resistencia sobre la construcción del Tren Maya en el tramo cinco, al cancelar el diálogo programado con los grupos de activistas que aseguran se está provocando un severo daño a entorno ambiental, porque entre otras cosas afirman que no se cuenta con los dictámenes ni autorizaciones de impacto ambiental, pues no se han visto. No quisieron tomar la oportunidad de demostrar su verdad y nuevamente optaron por descalificar y mentir sin pudor.
La semana pasada, el juzgado primero del Distrito de Yucatán determinó la suspensión provisional de la construcción del mismo tramo cinco del Tren Maya que va de Playa del Carmen a Tulum, Quintana Roo, por no contar con una autorización en materia de impacto ambiental y es tanta la obstinación que, en lugar de tomar la oportunidad de corregir su proyecto, crean evasivas inverosímiles como si estuvieran construyendo en el patio de su casa. Una vez más nos preguntamos ¿por qué si han concebido proyectos que consideran prioritarios y trascendentes, no se esfuerzan un poco para hacerlos bien? La Historia habrá de juzgarlos.
Otros que están dejando ir su oportunidad, son los entes fiscalizadores que al parecer se han quedado petrificados, no quieren provocar la ira presidencial y prefieren mantenerse omisos para señalar y sancionar las carencias, deficiencias e incumplimiento de requisitos. Parece que alguien está convencido que los daños, el gasto infructuoso, así como las irregularidades administrativas y el fincamiento de responsabilidades, nunca se habrá de sancionar. Ojalá se equivoquen.
Otra oportunidad de rectificar se ha ido este lunes que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que no se puede constituir el padrón de datos biométricos de usuarios de telefonía que con el aval del congreso pretendían crear, pues no se justifican las violaciones a la privacidad, la intimidad y la protección de datos personales, entre otras cosas. Ojalá dejen de dilapidar recursos en proyectos regresivos y deficientes, no en valde el tiempo que ha tomado desarrollar procesos, leyes, instituciones y conocimiento que insisten en despreciar. Por fortuna, una vez más los contrapesos y la sociedad civil siguen trabajando. Ojalá que así se preserven.
Abrazo solidario
Mis sinceras condolencias para los familiares y compañeros de mi querida amiga y colega Rosa María Coyotécatl, que como una guerrera siempre con actitud inquebrantable se abrió paso y superó retos para labrar su lugar en la historia del periodismo mexiquense, hasta el final de sus días luchó y así la recordaremos con cariño. ¡Hasta siempre Rosy!
