Serenos

Oscar Glenn

Serenos

Tras la conocida derrota sufrida por Morena y sus aliados el PT y el PVEM en la cámara de diputados el domingo pasado, donde no lograron hacer avanzar la Reforma Eléctrica propuesta por el presidente López Obrador, por no conseguir la mayoría calificada indispensable para un cambio constitucional; sería bueno que asumieran que están viviendo el efecto de las cosas que hicieron mal y de otras que dejaron de hacer, por lo que tal vez poco ayuden actitudes pueriles como seguir “atizando” con el pregón de la traición a la patria o la propaganda para señalar a legisladores y legisladoras que votaron contra su reforma, pues sólo han conseguido que crezca el ánimo opositor y más simpatía para algunos, viendo la incomodidad que provocaron.


Ojalá se imponga la serenidad en todas las trincheras. Lo que se vivió el domingo bien ha sido apreciado en diferentes sectores de la sociedad como sanas señales de la recuperación de los contrapesos institucionales y la restauración de la división de poderes, mismas que fueron posibles gracias a la decisión que tomaron en las urnas millones de mexicanas y mexicanos en 2021 para apoyar a una opción política diferente a la arrasadora del 2018, motivados también quizá, por las decepciones, los cuestionables resultados de gobierno y los inocultables desacuerdos internos que mermaron el arrastre de Morena desarmando su aplanadora.


Ojalá que ni en el Congreso Federal ni en los estatales, esto sea pretexto para obstruir de cualquier forma el avance de las propuestas de los adversarios de manera sistemática, que lleve a la parálisis y la pérdida de tiempo.


Idealmente, sería deseable que tanto el Ejecutivo Federal como los legisladores morenistas asuman que deberán prepararse y elaborar mejor sus propuestas de reformas de fondo, estableciendo acuerdos, respetando a sus adversarios y el ejercicio parlamentario, escuchando diferentes opiniones, si es que aún tienen intenciones de impulsar una reforma electoral y otra en materia de seguridad para apuntalar la Guardia Nacional, según lo que anunció el mandatario mexicano el año pasado.


El gobierno federal además tiene el reto de superar los conflictos legales provocados por la promulgación de su Ley de la Industria Eléctrica, que, si bien no fue declarada inconstitucional, estuvo a punto y las empresas afectadas por los cambios propuestos unilateralmente, son frentes de batalla abiertos. Además de ello, ojalá analicen serenamente las posibilidades para la conducción del sector eléctrico y las alternativas que tienen para mejorar el funcionamiento de la CFE y la disminución de las tarifas eléctricas para quienes menos tienen.


La oposición que hoy se ufana ganadora deberá también buscar serenidad y restaurar el diálogo pues hay otras reformas en el sector energético y en diferentes rubros, que, si quieren ver prosperar, están obligados a buscar acuerdos, resignarse a la parálisis no es opción.


Esta semana, aunque siga la polarización, puede decirse que las posibilidades de tomar mejores decisiones subsisten.