Mire Usted, por ahí de octubre de 2014, cuando iniciaron los cambios en las leyes para proteger a la mujer, surgió a la par una modalidad de extorsión por acoso sexual. Un ejemplo fue esa banda que operaba en estaciones del metro. Eran 2 mujeres y un policía. Ellas seleccionaban a la víctima, lo acusaban con mentiras y el policía lo detenía. Para no remitirlo y exhibirlo (porque les tomaban fotos), les pedían entre 10 y 50 mil pesos para retirar la denuncia.

Hoy, aquí en Toluca surgió repentinamente un movimiento en redes sociales denominado "Me Too UAEMéx", en el que probables alumnas universitarias, denuncian acoso de profesores, con nombre y apellido, que dan clases en prepas y facultades.

Mire, si de por sí este es ya un tema delicado, échele además que se acusa a profesores universitarios. Yo tengo mis asegunes. Y es que cuando se habla o se señala a alguien por acoso sexual –aunque no sea cierto-, el 90 por ciento de la imputación es creíble. Un agravio contra ellas hoy en día, se convierte en una figura de indefensión contra el masculino, resultado de humillaciones históricas, por la ola de feminicidios, la inseguridad, la posible desigualdad laboral, etcétera. Hay, digámoslo así, una paranoia social.

Sin embargo eso no puede ser pretexto para el desprestigio público en redes sociales. Preguntaría ¿Por qué no se hace en el ministerio público? Ojo, este que les habla no defiende a los maestros. Si son culpables que respondan pero, ¿y si son falsos los señalamientos? ¿Y si es una malévola campaña contra la UAEMEX? Algo aquí no cuadra… Mi twiter@raulmandujano.