Las elecciones y el mercado: Crónica de una reacción esperada

Cynthia Valeriano

Las elecciones y el mercado: Crónica de una reacción esperada

Todavía no amanecía en México el 3 de junio, y las alarmas de emergencia comenzaban a sonar en el edificio de la Plaza de la Constitución, donde despacha el Secretario de Hacienda y Crédito Público, el Dr. Rogelio Ramírez de la O.


El valor del peso perdía rápidamente terreno frente al dólar llegando hasta 17.70, en cuanto los mercados financieros abrieron operaciones, la incertidumbre se apoderó del ánimo de los inversionistas, quienes llevaron a cabo operaciones en corto para desprenderse de títulos de deuda del gobierno mexicano, tenencias accionarias de empresas mexicanas y del propio peso, quien hasta esta semana ya estaba considerada como moneda de resguardo por la cantidad de operaciones que se realizan hoy en día en su nominación.


Por los escritorios de los intermediarios financieros había preocupación, esta sensación de temor no sucedía desde el anuncio de cierre de operaciones por la pandemia en el 2020 ¿la razón? El escenario electoral presentado por la presidenta del INE, Guadalupe Taddei durante la noche del domingo 2 de junio, que no solo anunciaba el triunfo de Claudia Sheinbaum como la virtual ganadora de la Presidencia, con una amplia ventaja, frente a Xóchitl Gálvez de la alianza opositora, sino el control y dominio del Congreso, tanto en la Cámara de diputados como en la de senadores.


No por que los inversionistas reaccionaran mal al triunfo de Claudia Sheinbaum, ese triunfo ya se tenía considerado, sino por la concentración del Congreso y la posibilidad real de tener mayoría calificada en el Congreso por el grupo político encabezado por Morena y con ello la eliminación del contrapeso legislativo a un poder ejecutivo altamente concentrado, con posibilidades de ajustar y reformar la Constitución a su voluntad.


Los equilibrios son importantes querido lector, no por mera narrativa política o electoral, sino porque en efecto se traduce en un control constitucional entre poderes, el objetivo de una democracia como la nuestra, no es solo que la ciudadanía con sus características, contradicciones, cultura, valores, deseos, luchas, sesgos y esperanzas diversas estén plenamente representadas en los Poderes de la Unión, sino que se transformen en ese efectivo medio vigilante y garante de los derechos y obligaciones de todos y todas, con independencia de quien encabece el gobierno. 


Durante la tarde del lunes 3 de junio, al cierre de las operaciones de los mercados, que emitieron su opinión y percepción ya tenía el titular de la Hacienda Pública una serie de llamadas, correos electrónicos, mensajes de WhatsApp de grupos de análisis financiero, dueños de los bancos, presidentes de las Cámaras empresariales, organismos internacionales, banca extranjera y un largo etcétera. La propia candidata y virtual Presidenta electa de México con quien tuvo una breve pero contundente conversación requería respuestas e instruía salir y definir la postura del gobierno, calmar los ánimos del mercado y evitar ensombrecer el triunfo histórico.


Preparar un mensaje lo suficientemente convincente, pero ambiguo, escueto, pero con lo necesario, equilibrado pero simple, que detenga la salida del capital tanto nacional como internacional, pero sin hacer compromisos.


La concentración de poder en pocas manos (en uno o pocos partidos o fracciones) tiene efectos adversos en las democracias, excluyen la visión de las minorías o de plano las eliminan, se convierten en regímenes impositivos (al perder todo incentivo para conciliar puntos de vista o escuchar otras opiniones), suelen someterse a la voluntad de uno (o de unos cuantos), limitando el análisis de los problemas sociales a los sesgos y perspectivas de aquel o aquella que lo encabeza, pero por otro lado, también tienen la oportunidad de hacer más eficiente la función pública, cuando quien decide tiene la preparación o se apoya en perfiles expertos, puede avanzar en el proceso de formación de gobierno más rápido, al no tener que negociar durante largos periodos de tiempo con quienes hacen de la política su modo de vida y puede generar grandes transformaciones en las sociedades en las que irrumpen, cuando el genuino deseo es la paz y la conciliación.


Tras diversas reuniones de trabajo con el equipo de primera línea, el Secretario de Hacienda, hace una lluvia de ideas sobre aquello que debe integrar el cuerpo central de un comunicado oficial, en dicha reunión, los subsecretarios y el Director de Comunicación Social, analizan el efecto que cada idea puede tener en el mercado y que tan consistentes se mantienen con lo establecido y definido por la propia postura gubernamental. Tras horas de reunión, se toma la decisión de convocar a inversionistas, empresarios y especialistas financieros a una sesión a las 07:00 am en donde se presentaría el esperado mensaje y la liberación de un comunicado de prensa a los medios al final de la sesión. La instrucción es clara… Nada de preguntas, sería un mensaje breve y contundente, nada que pueda poner en riesgo la postura o ser mal interpretado por los mercados.


Por otro lado, la decisión tomada por la propia sociedad en esta jornada, también es sintomática de nuestros tiempos, oposiciones débiles, partidos debilitados, marcados por el gatopardismo y la búsqueda de intereses personales o de grupos, estrategias electorales más enfocadas en la supervivencia que en el triunfo, mensajes confusos, propuestas pobres y una narrativa poco convincente, el constituirse como una fuerza opositora al Obradorato y su gobierno fue el único mensaje claro y entendible para la mayoría, pero del lado del poder público también se contó con una maquinaría y estructura construida para ganar, codependencia de los apoyos sociales, campañas anticipadas, violación continúa a las reglas del juego, la interferencia de la delincuencia organizada en diversas regiones y un arbitro débil y carente de peso, son una formula perfecta para la instauración de un régimen de partido único.


El Secretario de Hacienda despertó antes de lo habitual, nervioso y expectante de la reunión, repaso durante la noche cada reunión y compromiso en su agenda, mucho que procesar, previamente el Presidente López Obrador ya había anunciado en su mañanera que sería ratificado en su puesto por la virtual presidenta electa y recibiría a primera hora al coordinador de los trabajos de transición gubernamental, un distinguido y reconocido académico, no disponía de mucho tiempo, así que lo mejor era arrancar cuanto antes. El mensaje sería dado en ingles, el objetivo no era calmar los ánimos de los de adentro, sino de los inversionistas extranjeros y los acreedores del gobierno, por lo que respiro profundo y solo emitió el mensaje. 


Sólo 3 minutos duró la conferencia telefónica, sin preguntas ni respuestas… los conceptos claros: habrá disciplina fiscal, habrá disciplina financiera, se buscará reducir el déficit fiscal, relación cercana con el Congreso, se respetará la autonomía del Banco Central, habrá mejor comunicación con inversionistas y empresarios… Calma, todo estará bien.


Fin del comunicado… Más dudas que repuestas, pero el contenido fue el necesario, del paquete de reformas enviadas al Congreso ni una línea, de la estrategia de reforma al poder judicial ni quien se acuerde, el publico del otro lado de la línea se queda expectante, en tensa calma, deciden retransmitir y reafirmar el vinculo con el gobierno frente a sus públicos, la confianza se recupera por lo pronto, está peor la cosa en otras partes… ¿durará la calma en los mercados?... Alguien me pregunta… Sólo hasta que vuelva a incendiarse la tribuna, desde el micrófono público más importante del país.


Lo descrito en esta columna pudo haber sucedido así, o quizá el Secretario Ramírez de la O, solo dictó el mensaje una hora antes de reunirse con inversionistas y especialistas de medios financieros, organizaciones e instituciones financieras. Lo relevante en tal caso, no es quien es el emisor o su contexto, sino el receptor y su reacción.


 


MGPP Cynthia Valeriano López


Profesora de Economía


Tec de Monterrey, Campus Toluca


cvaleriano@tec.mx