El monólogo

Martha Nava

El monólogo

Imagogenia

Opinión y análisis de Martha Nava
Especialista en Imagen Estratégica

En general la X Cumbre de Líderes de América del Norte fluyó bastante bien, hubo muchas risas y ciertamente se dejaron sobre la mesa muchos acuerdos a concretar por el bien de las tres naciones en materia migratoria, económica y de seguridad fronteriza, no son temas nuevos pero siguen siendo destacados para las necesidades de los tres países.

Por su parte, el presidente, Andrés Manuel López Obrador a diferencia de su habitual costumbre de vestir con trajes desgastados y unas tallas más grandes, estuvo muy bien asesorado y vistió a la altura; su postura siempre fue accesible pero de poder y se mantuvo erguido, a diferencia de otros encuentros donde se percibía hasta intimidado y lo podíamos notar claramente por su forma de pararse o sentarse, sus ademanes, la ubicación de su mirada, entre otros elementos de comunicación no verbal.

En esta ocasión fue correctamente asesorado para mantenerse siempre en medio de sus homólogos, el presidente de Estados Unidos Joe Biden y el primer ministro de Canadá Justin Tradeau, así las fotos salieron con él en medio lo que propició que se le percibiera como el anfitrión que es y a la altura de sus homólogos. Recordemos que este punto es especialmente importante porque hoy más que nunca, una foto puede sumar o restar a la imagen, ya que la audiencia está cada vez más pendiente de lo audiovisual, y da lectura rápida e interpretación a este tipo de materiales quedándose con aquello que, de primera, le hace sentir. Algo que no podemos pasar por alto es que, a diferencia de hace siete años, no hubo saludos o poses incómodas y eso, ya es un gane para AMLO.

Pero no fue el único acierto, un punto clave para el presidente en la esfera de política interna, es que por cuestiones de “amistad y diplomacia”, la llegada tanto del presidente de Estados Unidos como del primer ministro de Canadá fue al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y aunque el Air Force One supuestamente se “estacionó” en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) públicamente ambos mandatarios llegaron a una de las “magnas obras” de la administración de Obrador, lo que en cuestiones de óptica pública, le beneficia.

Ahora, aunque quisiéramos, no todo fue miel sobre hojuelas y es que independientemente de que en general todo estuvo a favor del presidente mexicano, hubo un aspecto en específico que es necesario trabajar por el bien de su imagen, la de su partido y de la actual administración: el presidente debe aprender a dar respuestas concretas y discursos menos intrincados ¿por qué? Bueno, los tres mandatarios ofrecieron una sesión de preguntas y respuestas el día martes para la prensa en Palacio Nacional, en esta ocasión estamos hablando de medios no sólo mexicanos, sino de Estados Unidos y Canadá. El tema que sorprendió para mal a muchos de ellos fue el tiempo y tipo de respuesta que dio AMLO a uno de sus cuestionamientos, y es que el mexicano se tomó casi 30 minutos para responder a una pregunta mientras Biden y Trudeau básicamente se miraban los zapatos según dijo uno de los reporteros; la respuesta fue calificada de “monólogo” y muchos lo interpretaron como uno que faltó al respeto a sus homólogos ya que no les dio oportunidad de contestar.

Si bien en las mañaneras sus largas respuestas a preguntas incómodas son normales, por algo duran más de dos horas, el presidente debe entender que este tipo de discursos no favorecen su imagen al exterior y pueden opacar la labor positiva de un evento de este calibre. Por lo demás, raro, pero hasta el momento el presidente se mostró a la altura de las circunstancias, y eso, es de aplaudirse.

Twitter: @Mar_Naa