Ojalá que ahora que están encendidos y polarizados los ánimos por la próxima discusión de la propuesta de reforma energética generada por el gobierno del Presidente López Obrador se encienda a la máxima potencia la inteligencia para encontrar coincidencias y diseñar las modificaciones al sector eléctrico que al país convienen en todos los planos y no con visiones parciales. Quizá es mucho pedir, pero hay que insistir.

Parece poco conveniente que en automático los integrantes del PAN hayan decidido cerrarle el paso y lanzar una especie de ultimátum a sus presuntos aliados legislativos del PRI para sumarse al rechazo tajante antes de considerar siquiera el analizarla, eso parece lo natural, pero ¿dónde quedaremos parados?

¿Qué otros intentos serían capaces de orquestarse para controlar el sector desde el ejecutivo y obstruir la participación privada mayoritaria sin una reforma? ¿Cuánto tiempo más pasaría discutiéndose el tema inútilmente? ¿Y los avances y la conveniencia para los consumidores cuándo? ¿Quién será capaz de imprimir una verdadera visión integral y responsable con el presente y el futuro?

Una idea por principio muy interesante, es la que ya está perfilando la Diputada Mexiquense Melissa Vargas para que la propuesta de reforma sea analizada en la comisión de medio ambiente de la Cámara de diputados, para que desde este enfoque legisladores y expertos aporten consideraciones y análisis desde una perspectiva que hasta ahora parece solo considerarse de manera incidental cuando debería ser central. Ojalá que prospere.

Mientras esto ocurre, habrá que tomar en serio el violento llamado de atención que ayer protagonizaron los llamados "Gaseros" que bloquearon carreteras en el Valle de México como en el Valle de Toluca, en su paro contra la reducción de comisiones que les ha ocasionado la imposición del tope máximo de precios al gas, impuesto por el gobierno federal. No se les puede dejar que hagan lo que se les antoje, pero tampoco ignorar su planteamiento. Los llamados comisionistas advierten que no se darán por vencidos y la autoridad tampoco prevé transigir. Lo evidente es que el "Gas del Bienestar" no ha dado resultado y una vez más la toma de decisiones tajantes sin la debida previsión de procesos de transición y los anuncios espectaculares con puro entusiasmo están causando complicaciones innecesarias a los ciudadanos. La causa una vez más suena bien pero se ejecuta deficientemente. De resolver de fondo el tema del aprovechamiento y abasto del gas con esquemas modernos y sostenibles, todavía no hablamos.