No es la riqueza de unos contra la pobreza de otros, no, ni cómo competir, seamos realistas. Pero cuando entramos a ese escenario de un gobierno honesto, como presumió el presidente, nos encontramos con que la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en su declaración Patrimonial, omitió declarar un departametillo que adquirió en 2009 en Houston, con un valor de más de medio millón de dólares, equivalente a unos 11 millones de pesitos.

Y no es la omisión, créame que no, eso lo resolverá la Secretaría de la Función Pública o entre ellos se pelearán y decidirán, al final de cuentas ya apareció, y entre la penita ajena, la ex juez de la federación evidencia que su salario como jurisprudente del Poder Judicial, le permitía darse esos extravagantes lujos, porque no cualquiera se compra un penthouse, que además adquirió cuando era Ministra de la Suprema Corte.

No se nos debe olvidar ese pleito institucional cuando en su calidad de presidente electo, Andrés Manuel dio a conocer que

el sueldo de los ministros era de 651 mil 24, cosa que negaron y respondieron que era de 269 mil 215 pesos mensuales. Y ¡saz! Ese sueldo, más una prima vacacional y el aguinaldo, les permite tener 444 mil pesos, y un bono de riesgo por 554 mil pesos, así como prestaciones, entre ellos un seguro de vida por 33 mil 876 pesos, otro de gastos médicos mayores por 47 mil, otro por separación individualizado por 528 mil y un estímulo por antigüedad por 46 mil pesos.

Así que de esos ingresos gozaba Olga Sánchez Cordero, por eso donó su salario como Secretaria, pues imagine usted, ella recibe una pensión de 258 mil pesos mensuales, de por vida… Y lo curioso es que protesta que se filtrara la información de su penthouse en los yunaites… Y usted y yo pagando un departamento a 20 años… Mi twiter@raulmanduj