AMLO vs EEUU

Martha Nava

AMLO vs EEUU

Imagogenia
Opinión y análisis de Martha Nava

Andrés Manuel López Obrador ha sido uno de los políticos más controvertidos en la historia reciente de México. Su imagen pública es objeto de críticas y elogios por igual, todo depende de quién lo interprete, y aunque ha logrado mantener una popularidad relativamente alta entre los mexicanos, su postura sobre el fentanilo, su lucha/no lucha contra el narcotráfico y sus muchos enfrentamientos verbales desde su mañanera con personajes de la política de Estados Unidos han generado polémica, y ciertamente no lo han dejado en la mejor postura.

Desde que asumió la presidencia en 2018, ha prometido abordar el problema de la violencia y el narcotráfico de una manera diferente a sus predecesores, pues es un fuerte crítico de las estrategias implementadas por los últimos gobiernos, especialmente la del ex presidente, Felipe Calderón y más ahora con todo lo que se suscitó en torno al caso “García Luna”, pues de una forma u otra, afirma que estas sólo llevaron a más violencia y muerte. En cambio, su enfoque para combatir esta fuerte problemática es no criticar directamente a los líderes de los cárteles, y trabajar bajo el lema “abrazos, no balazos”.

Sin embargo, hasta hoy a poco más de un año de que termine su sexenio, esta estrategia no ha sido efectiva y, sí, se trata de un tema de percepción. En la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que el INEGI publicó a principios de año, la percepción de inseguridad fue de más del 64%, pero eso no es lo más interesante. La misma encuesta señaló que la ciudad con mayor percepción de inseguridad fue Fresnillo, en Zacatecas, donde 97.7% de sus habitantes dijeron sentir miedo por las masacres que ahí comete el crimen organizado, y adelante entenderá la importancia de este dato.

Ahora, si bien México es percibido como inseguro y que todos los mexicanos somos o conocemos a alguien del narcotráfico -porque los medios, las noticias, las series y demás canales que hablan de México así lo han dejado ver-. Lo más preocupante es que el presidente, sigue negando la problemática y repartiendo culpas; y fiel a su estilo de manejo de crisis, ha posicionado premisas falsas que dañan la credibilidad y la eficacia de las estrategias implementadas por su gobierno en cualquiera de las esferas sociales, como el pedir a la comunidad médica y científica analizar la posibilidad de sustituir el fentanilo, que se usa con fines médicos, para así prohibir su uso en nuestro país, a lo que dicha comunidad señaló como una idea inviable, absurda y descabellada. O también está su respuesta al informe sobre derechos humanos presentado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos al que calificó de “bodrio” y sostuvo que eran calumnias, diciendo que “…En México no hay torturas, en México no hay masacres…”, aunque la realidad de nuestro país arroja “otros datos”.

Este pleito entre AMLO y Estados Unidos, no pinta bien, el presidente sigue inmerso en una práctica, muy al estilo de Hugo Chávez o Nicolás Maduro, antiyanqui en donde él se presenta como el único “héroe político” que defiende la soberanía de México porque Estados Unidos se aferra en violarla; y por otra parte, sus respuestas poco razonadas provocan que actores más relevantes de la política estadounidense se sumen a las críticas en contra de él y su gobierno, algo que a la larga afectará la relación entre ambos países. Lo dije una vez, y lo diré mil veces, el titular del ejecutivo debe trabajar en el posicionamiento de mensajes estratégicos en la agenda mediática, que beneficien a su gobierno -y por ende a México-, y las mañaneras no son la plataforma ideal para lograrlo porque dan cabida a la ocurrencia, a respuestas poco preparadas, a la mentira y por ende, afectan la credibilidad y la imagen de AMLO y su administración.


 


Doctoranda en Imagen Pública


Directora π en SCIO Group
Ex godín Gubernamental
Fisgona por naturaleza y delirante por la imagen
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