Municipios a salvo

Oscar Glenn

Municipios a salvo

Ojalá los políticos hoy encumbrados en la función pública, entiendan que se les eligió para hacer algo mejor que sus antecesores, ni siquiera para ser iguales.

Tal parece que lo único que ha hecho bien la policía de Cuautitlán Izcalli es recordarnos lo mal que están muchas de las corporaciones municipales de seguridad pública, que lejos de mejorar en los últimos tres años y posicionarse como elementos que inspiren seguridad y confianza; en muchos casos son percibidas ya como una terrible amenaza para la seguridad de las personas y de sus bienes.

Asimismo nos han hecho recordar lo fragmentados que están los esfuerzos entre los tres niveles de gobierno para hacer un frente sólido, bien articulado con capacidad real de frenar la delincuencia y de evitar que permee la humedad de la corrupción al interior de esas mismas corporaciones.

A lo suscitado recientemente en Cuautitlán Izcalli con el lamentable caso del deceso del joven actor Octavio Ocaña donde el proceder de la policía ha sido muy cuestionable, se suman eventos como las emboscadas y los enfrentamientos que han vivido grupos de policías estatales y ministeriales en la zona que va de Coatepec Harinas a Texcaltitlán y más recientemente la cancelación de lo que pretendía ser la Feria de Metepec, luego que un grupo criminal desafiará sin empacho alguno a a las autoridades y amenazara que si no se cancelaba, habrían violentas repercusiones en contra de empresarios, artistas y el mismo público.

Todo eso también nos recuerda como la sensación de inseguridad crece mientras las autoridades de los tres niveles de gobierno juega al pin pon rebotándose la responsabilidad de procurar que la delincuencia no avance más y tome como rehén a la población.

Así se reabrió la herida, se avivó el coraje así como la exigencia que las policías municipales en general sean reestructuradas y recuperadas al servicio de la población de cada demarcación, no una amenaza galopante.

El caso de Cuautitlán Izcalli hoy es en el clamor popular por sus antecedentes con múltiples quejas acumuladas y por sus recientes, el infame ejemplo de una corporación con muy mala reputación, hoy con total descaro goza de impunidad y sigue atentando contra la población que tiene la mala suerte de transitar el territorio que deberían cuidar.

Son muy pocos los comentarios favorables sobre su desempeño y del Alcalde que se supone debería ser responsable no se sabe nada, quizá porque no le interesa pues ya está en la recta final de su gestión y de por sí, nada bueno pudo hacer o nunca tuvo control de la situación, siendo un mero parapeto.