Entendimiento

Oscar Glenn

Entendimiento

Ojalá

Fue ineludible hablar de la incongruencia del señor López-Gatell, como subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud -que insistente recomendó a la gente que atendiera las indicaciones para evitar la propagación de COVID-19 cuando la CDMX y el EDOMEX regresaron al Semáforo Rojo y que se quedara en casa, evitando reuniones y viajes de vacaciones en fin de año, para después dejarse ver departiendo en una playa de Oaxaca- casi nos hizo quedar como tontos a quienes creímos y retransmitimos de buena fe su mensaje, con ánimo responsable exhortando a la gente a que se cuide.

Lo pienso, me parece increíble, concluyo después de un rato, que no nos debería sorprender, pues es consistente en su actitud voluntariosa y soberbia, carente del mínimo asomo culpa por un acto inadecuado o una pifia, para llegar a reprochar a los medios de comunicación y a todos quienes lo critican por su insensatez profesional, que no tiene, ni con su porra y sus teorías, justificación.

Es deber decir que como servidor público, no infringió ninguna regla, gozó de su tiempo de descanso y asegura que ningún asunto se desatendió en su ausencia. Pero, sanitariamente recomendó a la gente que no viajara si no era imprescindible. ¿Por qué solo sumar más dudas sobre su proceder?: ¿Era de verdad necesario hacer lo que hizo? Hecho el viaje, no tendría que haber guardado cuarentena al regreso de manera preventiva? ¿Por qué atentar contra el propio mensaje y esfuerzo institucional en un momento álgido, ignorando sus recomendaciones? ¿Qué pueden pensar de él los médicos y enfermeras que claman a la gente porque se cuide y se quede en casa? ¿Cuánto de lo que diga será relativo o desechable en el futuro? Quejarse que son ataques con ánimos electorales es infame ¿Acaso es para meterse a ese terreno como futuro aspirante a algo? Ojalá hubiera dado mejores motivos para hablar de él y del tema.

De alguna posibilidad de reorientación de acciones para estar en mejor posición de enfrentar y superar los efectos de esta pandemia, o la estrategias de vacunación sin fallas, ni soñando. Pero tampoco podrá él soñar que le dejarán de llover críticas ni cuestionamientos a sus decisiones y que la huella indeleble que ha dejado su paso por esa dependencia en un momento tan delicado, es indignante.

Para acabar de sorprender ayer lunes, el Presidente asegura que la CDMX y el Estado de México van bien frente a la pandemia luego de quince días de regreso al semáforo rojo, que en la entidad mexiquense sirvieron para aumentar diez mil casos de contagio de Covid-19 y cerca de 1500 muertes, además de tener el disponible ya sólo el 10 % de la capacidad hospitalaria en algún lugar remoto y de haber conocido de cerca historias de personas que batallaron por un espacio para ser atendidas y otras más que no lo consiguieron.
Hoy no entendí nada.