Cuentas o ilusiones

Oscar Glenn

Cuentas o ilusiones

Ojalá

Por @OscarGlenn

Podríamos decir que ya son innumerables las cosas que el Presidente de México y su equipo aseguran haber ajustado y recortado en presupuestos para destinarlos al Sector Salud, que desde hace más de diez meses enfrenta el reto de superar la pandemia por COVID-19 que, según la versión oficial, ya cobró la vida de 134 mil 368 personas y ha enfermado a 1 millón 541 mil 633.

Sería irreprochable cualquier reorientación del presupuesto que tenga como propósito proteger la salud y la vida de la población mexicana en medio de una crisis sanitaria, lo sería también si se hicieran esfuerzos claros por afrontar la crisis económica que se acentuó por efecto de la misma pandemia y las medidas que se adoptaron para mitigarla, paralizando por meses el aparato productivo para evitar la propagación de más contagios y más muertes.

Pero lo que no es aceptable es que ahora de manera difusa se asegure que se siguen haciendo recortes presupuestales y hasta se pretenden desaparecer organismos autónomos para disponer de más recursos para comprar vacunas, contratar personal o mejorar el equipo e infraestructura de las unidades médicas que hacen frente a la amenaza sanitaria y no muestren un plan de acción debidamente calculado y programado en tiempos, montos, alcances, etc.

Según un análisis de la organización civil México Evalúa, hasta noviembre del 2020, el gasto del Gobierno en el Sector Salud ascendió a 516 mil trescientos millones de pesos, lo que es sólo 2% mayor del promedio gastado en años anteriores y faltando un mes para concluir el ejercicio, es sólo el 76% del presupuesto total destinado al sector.

No se necesita ser un genio para percatarse que algo no cuadra, ¿Dónde quedaron todos los recursos adicionales que se supone canalizaron? ¿Tenía pendiente de ejercer el 24% del presupuesto en diciembre, en un sector que enfrenta una crisis y que operativamente ha mostrado a la gente las insuficiencias de materiales e insumos para responder? ¿Qué pasará con el presupuesto 2021 que tampoco refleja aumentos significativos, pese a lo necesario que podría ser?

Por si esto fuera poco, es paradójico y preocupante que colateralmente el Presidente prepare una iniciativa de reforma con la que pretende desaparecer al Instituto Nacional de Acceso a la Información, asegurando que habrá una transparencia total en su gobierno sin necesidad de gastar en el Instituto, y al mismo tiempo, se reserven por cinco años los contratos de compra de las vacunas contra el COVID19. ¿Cómo se le exigiría mayor eficiencia si no hubiera datos ingratos pero necesarios?

Agreguemos ¿Cómo creer que un mandatario que no se ha caracterizado por la transparencia proactiva, sino ha reservado toda la información sobre la que se generan más interrogantes en su manejo, y cuyo gobierno ha realizado más del 80% de sus contrataciones por adjudicación directa, prometa que puede cumplir con su multicitado combate a la corrupción y transparencia total? Es inverosímil.

¿Cómo aceptar que un mandatario que ha mostrado su desagrado cuando la gente no se pliega a su voluntad y se aceptan sus palabras como verdades, esgrima como argumento para desaparecer organismos autónomos de utilidad significativa, el ahorro, en lugar de valorar la relación costo-beneficio de su existencia .y la posibilidad de perfeccionar lo que es útil para la conducción del país? ¿Aprovechando la emergencia para "agandallar"?

No más ocurrencias. Ojalá más mexicanos se pongan a pensar serenamente, los efectos de esas decisiones que pueden provocar más retroceso, otorgando poderes descomunales al mandatario que no las debe tener, por el bien del país.