No es mucho pedir

Oscar Glenn

No es mucho pedir

En algunas organizaciones, el mérito para permanecer o crecer, puede ser la docilidad y habilidad para complacer al jefe, ignorando incluso el sentido común, la economía, el interés de la mayoría, el decoro y hasta la historia. Eso en la política y el gobierno lamentablemente implica recursos y aleja a la población a las soluciones a sus problemas.

Si hay algo peor, es negarse aprender de sus errores, rechazar experiencias exitosas de cualquier parte que sea útil y obstinarse de manera acomplejada, en hacer lo que les da la gana, sólo porque temporalmente se tiene el poder. Ojalá eso pudieran cambiarlo.

Ojalá no fuera mucho pedir que aprendieran que la austeridad y recortes presupuestales a raja tabla en conceptos que parecen muy onerosos a veces sirven para la propaganda sin los cálculos adecuados, no alcanzan para remediar grandes males, menos cuando no se atienden los estudios de los ingresos tradicionales o la recaudación, alguien debería decírselo a su jefe ya.

Ya deberían también haber explicado en corto, que algunos de los organismos autónomos que tanto desagradan al mandatario mexicano, atienden a causas específicas y pueden ser logros de grupos sociales o elementos de sectores estratégicos, fortalecen la administración, y antes de pensar en desaparecerlos de un "machetazo" algún legislador de la mayoría, podría buscar cómo fortalecer sus funciones y hacerlos más eficientes. ¿Algún valiente?.

Ojalá alguien en la Secretaría de Energía fuera capaz de enderezar el camino y evitar pérdidas de tiempo y dinero en litigios para defender una política de Seguridad y Confiabilidad del Sector Energético, creada con deficiencias y debilidades que le han merecido estar suspendida por parte de un Juez y con una controversia en curso en la Suprema Corte de Justicia de la Nación por parte de la Comisión Federal de Competencia Económica. ¿Nadie antes ahí previó lo que ocurriría?

¿Era mucho pedir que el Acuerdo para que las fuerzas armadas participen de manera temporal en labores de seguridad pública, estuviera perfectamente fundamentado, estructurado y complementado? ¿A nadie le pasó por la cabeza? Ojalá alguien hubiera señalado que podía ser motivo de observación de derechos humanos, de controversia constitucional o cuando menos de exigencia de leyes complementarias urgentes, como de hecho está ocurriendo. ¿Nadie lo hizo?

Ojalá alguien de la legión morenista que acompaña al presidente se atreva y le haga ver que el INE no necesita ni lo debe vigilar el Ejecutivo, que hay suficientes leyes y que sus advertencias al respecto, aumentan el encono entre mexicanos, indeseablemente. Hoy es parte de las instituciones, ya no es oposición y ayudaría que respetara. ¿Voluntarios?

Provocaciones

Los legisladores mexiquenses que proponen modificar la Ley para poder buscar la reelección sin dejar su encargo deben tener un gran portafolio de resultados que llevar a mostrar a los electores, por eso la ansiedad de la reforma, olvidando incluso que tienen suplentes. Veremos la discusión del asunto.