Presunción con autocrítica

Oscar Glenn

Presunción con autocrítica

#NoEsParaPresumir es el "hashtag" que se volvió tendencia en este inicio de la semana, con el lanzamiento de la campaña informativa por el Primer Informe de Gobierno del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a cinco días de que se realice la entrega del mismo.

El Presidente debe rendir cuentas formalmente, ante los representantes del pueblo, que son por cierto, la mayoría de MORENA, con lo que no habrá que esperar una evaluación rigurosa de los resultados, aprovechando además que no hay un plan de desarrollo que sirva de referente para una evaluación y que ante lo cuestionable, él tiene otros datos y no tiene oídos para sus opositores.

La primera tanda de mensajes se enfoca en cuatro rubros que se entienden son significativos y comprensibles para la gente que ha apoyado la llamada 4ª.Transformación, la misma que seduce la vehemencia y sencillez característica del mandatario, mensajes que no difieren mucho de lo que fueron los spots de su campaña electoral, de no ser porque ahora tiene de fondo diferentes espacios del Palacio Nacional.

"Separar al poder económico del poder político, que el gobierno represente a todos, atienda a todos, respete a todos …por el bien de todos, primero los pobres… "

"No han aumentado los impuestos; no ha aumentado el precio de las gasolinas, el diesel, el gas, de la luz, no ha aumentado la deuda pública, lo que aumentó es el salario mínimo, 16 por ciento, como no había sucedido en 36 años…"

"De 6 a 7 de la mañana, de lunes a viernes…se reúne el gabinete de Seguridad… para recibir el parte de lo que sucede en todo el país y tomar decisiones para garantizar la Paz y la tranquilidad…"

"Ya no hay sueldos de 700 mil pesos mensuales; ya no hay pensiones millonarias para los ex presidentes; ya no me cuidan 8 mil elementos del Estado Mayor presidencial. (...) ya no hay avión presidencial; ya no hay atención médica privada para los altos funcionarios..."

"No es para presumir, pero soy un hombre de palabra…los compromisos se cumplen", afirma el mandatario al inicio y término de sus mensajes. Nada sorprendente, nada deslumbrante, nada innecesario, nada nuevo.

No había que esperar que cambiara lo que le ha funcionado para mantener su base de apoyo. Y si es para presumir. La comunicación con la mayoría de sus simpatizantes y los recursos que ha incorporado, sigue siendo eficaz.

Ojalá en el mensaje del 1 de septiembre apareciera algo que queda por apreciar: la autocrítica con algo de sencillez y el reconocimiento de algún error cometido, como de la polarización que ha provocado con sus posturas, pero eso quizá tendrá que esperar.