Delegar responsabilidades

Luis Alberto Alvarado Gudiño

Delegar responsabilidades

Consejo estratégico del Dr. Luis Alberto Alvarado


No hay que confundir delegar con abdicar, retirarse, dimitir o desertar de alguna responsabilidad, trabajo o encargo.


Delegar responsabilidades significa transferir a un empleado el compromiso frente a un área de trabajo determinada. Existe un modelo sencillo y práctico para delegar responsabilidades, dividido en tres fases: preparación, discusión y acuerdo, y finalmente apoyo.


La preparación debe llevarse a cabo antes de notificar al empleado sus nuevas funciones. El directivo debe tomarse un tiempo para definir el área de trabajo que quiere delegar y los niveles de autonomía apropiados para el empleado en el que las responsabilidades se deleguen. La definición del área de trabajo le permite al directivo meditar de forma tranquila sobre la amplitud de la responsabilidad que quiere transferir para poder comunicársela al empleado de una manera clara y sencilla.


La segunda fase del modelo de delegación: la discusión y acuerdo con su empleado. El objetivo de esta etapa es aclararle al empleado qué se requiere de él y cómo se trabajará con él para que asuma plenamente la nueva responsabilidad y tenga los apoyos necesarios. En esta fase, al empleado se le ofrece el contexto, se discuten con él los nuevos cometidos o metas y el grado de autonomía


La tercera fase del modelo de delegación se sustenta en el apoyo que se presta al que asume las nuevas tareas. El prestar apoyo al que asume nuevas responsabilidades implica respetar los compromisos de las partes, realizar un seguimiento permanente y progresar hacia la responsabilidad plena.


Delegar responsabilidades con eficacia no sólo ayuda al desarrollo y la mejora de las capacidades de los empleados, sino que permite a los directivos centrarse en aquellas cosas que más favorecen el éxito de su empresa.