Consejo Estratégico 

Una situación normal en las empresas. El equipo hace su trabajo correctamente, pero éste es reactivo, no proactivo; solo hace lo que le corresponde ¿le suena familiar? Es momento de cambiar su forma de ejercer el liderazgo; pues a pesar de que el trabajo fluya correctamente, esto también limita la creatividad, la motivación y el pensamiento a largo plazo.

Como líder, tiene el poder de crear espacio para una visión más profunda y una estratégica. Megan Reitz y John Higgins en su libro HABLA ALTO, HABLA CLARO, ESCUCHA, nos comentan que para lograrlo se tiene que fomentar el pensamiento abierto, el cual consiste en crear un ambiente donde se promueva la diversidad de ideas, la escucha activa y la disposición a considerar diferentes perspectivas, incluso aquellas que difieren de las propias.

Esta mentalidad abierta es crucial para la innovación, la resolución de problemas y el crecimiento continuo tanto a nivel individual como organizacional, para ello nos recomiendan los 3 siguientes tips:

1. Céntrese en las ideas, no solo en las tareas. Modifique las agendas de las reuniones para que vayan más allá de las actualizaciones y las acciones a tomar, e incluya espacio para el aprendizaje, los valores y el desarrollo. Realice preguntas abiertas como "¿Qué hemos aprendido recientemente?" para que tu equipo se ubique más allá del corto plazo.

2. Introduzca novedades. Las rutinas frenan las ideas frescas. Cambie el entorno, reorganice la lista de invitados, recomiende un libro, comente la la opinión de un cliente. La idea es iniciar con algo diferente. Rompa la rutina de "la misma sala, la misma conversación".

3. Reconozca el comportamiento correcto. Es fácil recompensar la velocidad y la actividad. Pero no pase por alto a quienes se detienen a hacer mejores preguntas o a cuestionar suposiciones. Es decir, tenemos que dejar claro que pensar más profundamente no es un retraso, sino una fortaleza.