Alerta oportuna: depresión, problema en crecimiento

Ricardo Joya

Alerta oportuna: depresión, problema en crecimiento

En México, el número de suicidios podría llegar a 8 mil 567 casos en 2025, lo que implicaría un suicidio cada hora y un incremento de 25 por ciento en 10 años, de manera que podría constituirse en un problema de salud pública.

La depresión e incapacidad de afrontar las decisiones y tensiones cotidianas puede -en un momento de impulsividad- derivar en un suicidio. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio es la segunda causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años de edad en todo el mundo.

La OMS ha señalado entre los principales factores de riesgo de suicidio: enfermedades mentales como la depresión y todas aquellas relacionadas con el abuso de sustancias, principalmente el consumo de alcohol, conflictos personales, desastres, abusos, violencia y sensación de aislamiento.

Hace unas semanas se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, y quisiera compartir algunos elementos con respecto a este problema que puede significar un asunto de salud pública, tanto así que el Gobierno del Estado de México dio a conocer que, a través del Instituto de Salud de la entidad (ISEM), que atiende a los mexiquenses para tratar y combatir esa enfermedad, que –en el caso de nuestra entidad- afecta a 30 por ciento de la población adulta, con énfasis en hombres, quienes representan seis de cada 10 casos.

La depresión –de acuerdo con la información del gobierno estatal- está identificada como la segunda causa de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad y como la segunda causa de incapacidad laboral. En los siguientes tres años, advierte la OMS, la depresión podría ser el primer motivo de ausentismo laboral.

Por ello, cobra relevancia que el gobierno –a través del Centro Integral de Salud Mental (Cisame)- haya atendido a mil 700 pacientes durante el año pasado, de los cuales, 50 por ciento mostró depresión en diversos grados y que podría derivar en suicidios.

Sin embargo, como muchos asuntos del "día con día", no es un asunto de competencia exclusiva del gobierno, sino de todos y –particularmente- de las familias. Me parece importante referir algunas de las señales de alerta de depresión son: pérdida de interés en actividades cotidianas, presencia de actitudes negativas, sentimientos de inadaptación y baja autoestima. Los síntomas claros son: tristeza, ira, frustración, desinterés por actividades favoritas, dolores de cabeza, problemas digestivos o pérdida de apetito, cansancio y alteraciones de sueño.

A los síntomas anteriores, debemos agregar señales de alarma de suicidio como: verbalizar directamente la idea o posibilidad de quitarse la vida, pensar recurrentemente en él, amenazar con llevarlo a cabo o comentar la idea con personas cercanas, dejar "las cosas en orden" para su futura desaparición, expresar sensaciones de soledad, asilamiento o de incapacidad para aguantar o resolver problemas y provocarse autolesiones.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el suicidio se ha incrementado en 14 por ciento, con mayor incidencia en el Estado de México, la Ciudad de México, Guanajuato y Chihuahua.

Una de las recomendaciones de la OMS es difundir información responsable por parte de los medios de comunicación, así como la identificación temprana y atención a personas con problemas de salud

mental y abuso de sustancias, con dolores crónicos y trastorno emocional agudo, por ello son relevantes las acciones que se llevan a cabo en ese ámbito, aunque falta mucho por hacer desde el ámbito familiar.

Invariablemente, el tema de la depresión y el suicidio son asunto que compete "a la tribu entera".