Mire Usted, llegamos a la mitad de septiembre, si, ese septiembre que nos pega por tres lados. Primero la tierra, con sus huracanes, lluvias, inundaciones, temblores, terremotos, frío, calor… El cambio climático que aún no alcanzamos a comprender. Luego lo político, con una terrible provocación humanitaria causada por más de 250 mil migrantes provenientes de Centro y Sudamérica que buscan llegar a los Estados Unidos, y que exigen a México permisos de tránsito, además de los cientos más que habitan en las calles, limpian parabrisas y venden bisutería artesanal. Y aparece un informe de labores presidencial, acompañado de un incremento en los precios de la canasta básica, desempleo, crisis hospitalaria y desabasto de medicamentos que, ¡ojo! No hablamos de las vacunas, ese es otro tema, y no olvidemos el aumento de la violencia; y aun cuando la despenalización del aborto parece un gran logro político y una victoria feminista de septiembre, no debemos olvidar que, los primeros dos años del mandato de López Obrador, ya quedaron marcados como los más violentos por asesinatos de mujeres. Mire, en 2019 hubo 945 feminicidios y en 2020, 946, en este 2021, han ocurrido 580 casos, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana. Sigue siendo la seguridad, esa asignatura pendiente de este y todos los gobiernos, aunque se ha agudizado más en estos tres últimos años.

Y luego lo social, lo ciudadano, y aquí quizá me vaya a causar enojos de muchos, pero, seguimos sin entender que somos los causantes de muchas cosas que nos ocurren. Verá, los desastres de las inundaciones son causados por toneladas de basura que tapan coladeras, ríos, basura que tiramos diariamente, sin conciencia; y luego las construcciones irregulares, en cerros, en orillas de ríos, si, la naturaleza maldita en los derrumbes e inundaciones, pero también tenemos cumpa de lo que ocurre. Mire, apenas la semana pasada comenzó en Toluca la vacunación para adolescentes y ya los antros estaban llenos de jóvenes embriagados, sin esperar los días de reposo médico. Y el esfuerzo por esta vacuna se viene abajo, y los gobiernos no podrían ser siempre los culpables, aquí no.

Pero es septiembre, iniciamos la temporada de las reuniones de tradición, de familias y amigos, del pozole, los pambazos, las flautas de mole, papa, rajas, queso, del buen tequila y el mezcal, después el pan de muerto, el mole y cerraremos con lo navideño, el pavo, la pierna, pescado, el ponche. Por eso debemos cuidarnos, para vivir esto, la naturaleza no nos cuidará, la naturaleza reclama sus espacios; el gobierno tampoco nos ayuda, está más preocupado por las simulaciones y sus propias necesidades, por su lucha por el poder en los congresos y en los partidos políticos. En este momento, la vida está en nosotros, no lo olvide. Mi twiter @raulmandujano.