El Índice de Paz México 2021 que elabora el Instituto para la Economía y la Paz, que identifica y mide los factores que la impulsan, señala en su octava versión que en México la situación mejoró en un 3.5 % en 2020, tras cuatro años en que se habían registrado deterioros sucesivos.
El Estado de México se sitúa actualmente en este indicador en el lugar 21 en el Ranking Nacional con un deterioro que le llevó a descender cuatro lugares y no habría porqué resignarse.
Los interesantes y reveladores datos que presenta el índice arrojan luz sobre nuestros principales desafíos institucionales y sociales si realmente se quiere mejorar en este plano, se ocupa enfoque y visión clara sobre lo que se tenemos que aprender a hacer y también a exigir que hagan quienes están a cargo de las instancias gubernamentales.
Revela por ejemplo este índice que si bien antes del inicio de la pandemia de COVID-19 se percibían algunas mejoras, en 2020 la implementación de medidas de salud pública y las órdenes de quedarse en casa permitieron reducir algunos tipos específicos de violencia. Los delitos que se comenten generalmente cuando las personas van de un lugar a otro, como robos, asaltos, secuestros y extorsiones, disminuyeron notablemente en 2020, por lo cual al parecer no habría que cantar victoria preliminarmente, sino aprender en lo posible.
Hace notar el estudio que México sigue siendo el país con la novena tasa de homicidios más alta del mundo; con las cinco ciudades con las tasas de homicidio más altas del mundo: Tijuana, Ciudad Juárez, Uruapan, Irapuato y Ciudad Obregón.
Acentúa la situación de alta violencia en México, el asesinato de 524 policías, un aumento del 17.5% con respecto al año anterior; 139 políticos, funcionarios gubernamentales y candidatos fueron asesinados entre septiembre de 2020 y marzo de 2021 y México sigue siendo uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser periodista, ya que al menos ocho periodistas y profesionales de los medios de comunicación fueron asesinados en relación con su trabajo en 2020.
La Paz Positiva es la contracara de este panorama, y tal vez tendríamos que aceptar que quizá la mayoría deberíamos empezar a documentarnos para entender que implica "las actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen sociedades pacíficas" que favorablemente llegan a caracterizarse por mayores ingresos, mejores resultados ambientales, niveles más altos de bienestar, mejores resultados de desarrollo y una mayor resiliencia, según refieren los autores de este estudio.
Intentando aprender, hay que situar que México ocupa el puesto 71 de 163 países en el Índice de Paz Positiva y ocupa el sexto lugar en Centroamérica y el Caribe, ademas con buen potencial de mejora.
Debemos aún seguir mejorando en aspectos como el entorno empresarial sólido, el libre flujo de información, esforzarnos mucho más en lo referente al buen funcionamiento del Gobierno y reducción de la corrupción que según indican, es el pilar más débil de México.
Se ocupa visión integral. Es un estudio extenso y muy detallado con análisis y correlaciones que Ojalá quienes hoy buscan trabajo en Ayuntamientos y legislaturas, revisen a detalle para retomar o diseñar propuestas, más aún para mejorar la coordinación interinstitucional que permita eficientar esfuerzos y acelerar resultados.
El Estado de México se sitúa actualmente en este indicador en el lugar 21 en el Ranking Nacional con un deterioro que le llevó a descender cuatro lugares y no habría porqué resignarse.
Los interesantes y reveladores datos que presenta el índice arrojan luz sobre nuestros principales desafíos institucionales y sociales si realmente se quiere mejorar en este plano, se ocupa enfoque y visión clara sobre lo que se tenemos que aprender a hacer y también a exigir que hagan quienes están a cargo de las instancias gubernamentales.
Revela por ejemplo este índice que si bien antes del inicio de la pandemia de COVID-19 se percibían algunas mejoras, en 2020 la implementación de medidas de salud pública y las órdenes de quedarse en casa permitieron reducir algunos tipos específicos de violencia. Los delitos que se comenten generalmente cuando las personas van de un lugar a otro, como robos, asaltos, secuestros y extorsiones, disminuyeron notablemente en 2020, por lo cual al parecer no habría que cantar victoria preliminarmente, sino aprender en lo posible.
Hace notar el estudio que México sigue siendo el país con la novena tasa de homicidios más alta del mundo; con las cinco ciudades con las tasas de homicidio más altas del mundo: Tijuana, Ciudad Juárez, Uruapan, Irapuato y Ciudad Obregón.
Acentúa la situación de alta violencia en México, el asesinato de 524 policías, un aumento del 17.5% con respecto al año anterior; 139 políticos, funcionarios gubernamentales y candidatos fueron asesinados entre septiembre de 2020 y marzo de 2021 y México sigue siendo uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser periodista, ya que al menos ocho periodistas y profesionales de los medios de comunicación fueron asesinados en relación con su trabajo en 2020.
La Paz Positiva es la contracara de este panorama, y tal vez tendríamos que aceptar que quizá la mayoría deberíamos empezar a documentarnos para entender que implica "las actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen sociedades pacíficas" que favorablemente llegan a caracterizarse por mayores ingresos, mejores resultados ambientales, niveles más altos de bienestar, mejores resultados de desarrollo y una mayor resiliencia, según refieren los autores de este estudio.
Intentando aprender, hay que situar que México ocupa el puesto 71 de 163 países en el Índice de Paz Positiva y ocupa el sexto lugar en Centroamérica y el Caribe, ademas con buen potencial de mejora.
Debemos aún seguir mejorando en aspectos como el entorno empresarial sólido, el libre flujo de información, esforzarnos mucho más en lo referente al buen funcionamiento del Gobierno y reducción de la corrupción que según indican, es el pilar más débil de México.
Se ocupa visión integral. Es un estudio extenso y muy detallado con análisis y correlaciones que Ojalá quienes hoy buscan trabajo en Ayuntamientos y legislaturas, revisen a detalle para retomar o diseñar propuestas, más aún para mejorar la coordinación interinstitucional que permita eficientar esfuerzos y acelerar resultados.
