Esperanza no mueras

Oscar Glenn

Esperanza no mueras

Pocas semanas como esta, dónde los motivos para pedir porque la esperanza, no se extinga y se actúe con rapidez y sensatez. Ojalá no tuviéramos que preocuparnos.

Hay que aferrarse a la esperanza que el Secretario de Seguridad federal, Alfonso Durazo y el de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, más allá de confirmar que los videos que corrieron en redes sociales el fin de semana, de un grupo criminal desafiante y fuertemente armado, son un montaje y propaganda; demuestren que son el detonante para que las fuerzas federales de seguridad -que evidentemente tienen mayor poder que todos esos grupos- los pongan quietos de una buena vez, dado que nos quedó claro en la mañanera que el gabinete de seguridad vio los videos, los analizó, sabe quien lidera el grupo, quizá hasta indicios tiene de dónde y cómo filmaron sus mensajes.

Esperar, dado que al Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, no quiere una guerra ni caer en ninguna provocación, que estén trazando una estrategia complementaria al debilitamiento financiero de los grupos criminales y una intervención contundente que los reduzca, pues aunque esas arrogantes apariciones donde se ufanan de su poder, no le calientan al Presidente como otras cosas, a la población le dan la sensación de desprotección, derrota y renuncia a imponer el Estado de Derecho; máxime si ante la falta de respuesta institucional y la necesidad de más recursos para reponer lo que les logran decomisar, es posible que los delincuentes más se ensañan con la gente inocente.

Esperanza hay que mantener también para que la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados preserve el proceso a través del cual se van a nombrar cuatro consejeros del INE y no preste atención a los intentos de algunos legisladores del PT y MORENA de descarrilarlo, al parecer inconformes porque no encuentran entre los finalistas a ninguno que les simpatice o con quien tengan afinidad. Si se eligieron a los integrantes del Comité Técnico y las reglas estaban dadas, así se debe respetar. Es sabido que a algunos les cae bien el árbitro solo cuando ganan, pero, el instituto debe ser cada vez más profesional y autónomo, sin cuotas ni cuates. En ese rumbo debe continuar.

Todavía hay esperanza que el testigo colaborador de apellido Lozoya se recupere de sus graves malestares, se presente ante el juez y se transparente el proceso en el cual se supone señala a algunos otros prominentes políticos del sexenio pasado involucrados en casos de corrupción, más allá de trascendidos presidenciales. No quisiéramos recordar casos donde las infidencias o las impericias acaban por derrumbar procesos.

Ahora que el estado de México pasó al semáforo naranja y todos los pequeños negocios vuelven a la actividad, los servicios religiosos y actividades deportivas parcialmente, esperamos con la mayor movilidad de personas, haya mayor responsabilidad personal y que el esquema de monitoreo de la secretaría de salud funcione bien para detectar cualquier brote de crecimiento por COVID-19 y también prevenir rebrotes de esta enfermedad. Si fallamos en esto nos va a costar muy caro.

Ojalá que no.