La cuenta regresiva

Oscar Glenn

La cuenta regresiva

La cuenta regresiva hacia la elección del 2021 ya comenzó. 363 días hoy y descontando. Guste o no esa es ya la prioridad de muchos funcionarios que antes de eso se asumen políticos y militantes de partido –lamentablemente, pero es su naturaleza- y que privilegiarán todo aquello que les asegure mantenerse en el poder a sí mismos y a su grupo. Es además la costumbre.

Los opositores acrecentarán la metralla con y sin razón, con tal de aumentar sus probabilidades de ganar posiciones, porque por ahora no saben si servirán o no y hasta qué punto las propuestas o los méritos escasos que puedan haber acumulado ante la sociedad y con un partido en el poder, sordo para todo aquello que no sea indicación de su jerarca-no jerarca. Ojalá me equivoque.

Será la primera vez que los diputados federales podrán optar por la reelección, pero bajo las reglas que establezca el consejo General del INE dado que el Congreso de la Unión no cumplió con la emisión en tiempo de una ley reglamentaria, lo cual de entrada hace un proceso raro, parchado, presto para la polémica y hasta para la impugnación de aquellos a quienes no gusten las condiciones o los resultados. Ojalá que no ocurra y tengamos la sensatez para no caer en el juego de la descalificación genérica hacia el Instituto porque necesita México un árbitro electoral sólido y con mucha credibilidad.

El INE debe alejarse de la duda o la polémica tanto como sea posible para conducir por el mejor camino este proceso, evitar que el árbitro sea el protagonista, lo cual no es tarea sencilla, ya que entre otros asuntos, aún está a la espera que se retome en la Cámara de Diputados la selección de cuatro de sus consejeros, misma que fue suspendida el 20 de marzo pasado, por expansión de la Pandemia que nos aqueja; asimismo aguardan que la SCJN resuelva si es válido que los Consejeros Electorales perciban salarios superiores al del presidente, asunto que genera presión en la opinión pública.

Se calcula que el año próximo más de 95 millones de mexicanos estaremos en posibilidad de emitir nuestro voto, seis millones más que en 2018, una elección concurrente entre elecciones locales y federales en los 32 estados; se renovará la Cámara de Diputados Federal, 15 gubernaturas, 30 congresos locales (1,063 diputados) y casi 2 mil ayuntamientos en 30 estados y las 16 alcaldías en la ciudad de México.

Habrá a quien le suene utópico, pero es realmente necesario que los ciudadanos nos comportemos con un nivel de civilidad adecuado para tomar decisiones basadas en el conocimiento de nuestros derechos, obligaciones, oportunidades, así como de los deberes, facultades y alcances de los gobiernos, en razonamientos, evaluaciones, resultados y reflexiones sobre lo que necesitamos y la forma de conseguirlo, individual y colectivamente.

Participar, hacer comunidad, también es necesario, involucrarnos y responsabilizarnos del lugar donde vivimos, sin dejarnos seducir por la idea facilona que alguien más pueda imponer su visión y sus soluciones a lo que la gente cree que merece, nos mantiene por principio con la capacidad de enderezar el timón cuando es necesario. Los mexicanos hemos avanzado en ello y no lo podemos desperdiciar. Preparémonos para el momento y cumplamos nuestro deber.