El refrán que titula a esta columna y cuyo complemento seguramente conoce más de uno, a mi parecer cobra mucha vigencia esta semana, quisiera yo que para bien.

Inquietan los datos que ayer dio a conocer el Periódico Excelsior, indicando que casi el 98% de los beneficiarios del programa federal "Jóvenes Construyendo el futuro" después de un año como becarios, no han conseguido ser contratados como trabajadores formales, por lo que ya planea el Gobierno apoyarlos un mes más, aumentar su capacitación y vincularlos con empleadores para tratar que se coloquen en el "Mes 13", intentando evitar que esto se vuelva una enorme decepción cuando tengan que dar paso a otra legión de jóvenes, que también quieren insertarse y recibir apoyo.

Preocupa porque en nuestro país la generación de empleos disminuyó el año pasado, se dieron despidos cuantiosos en diciembre y por si algo más faltaba, el presupuesto de este programa de apoyo se redujo de más de 40 mil millones en 2019, a poco más de 25 mil trescientos en 2020, para lo que alcance.

El gobierno federal creo este programa que generó entusiasmo (y también suspicacias por el potencial de manipulación electoral que implica) por ello debe estar pensando seriamente qué hacer, pues por una parte no habrá dinero que alcance para mantener ficticiamente la esperanza del sector joven, si la economía no crece ni genera empleos, y por otra, tendrán las Secretarías del Trabajo, Economía y Hacienda que revisar con el sector empresarial e industrial ¿qué hace falta para que más jóvenes puedan ser contratados en las empresas antes o después de haber cumplido su ciclo en el programa? Sería iluso pensar que por una recomendación presidencial cualquier empresa hará contrataciones de personal que no necesitan o no tienen para pagar.

Adicional a esto, luego de una semana de mucha presión pública para el Presidente, por las fallas en el INSABI y la falta de medicamento para niños enfermos de cáncer, manda una señal alentadora al acordar un convenio con los gobiernos estatales emanados del PRI, para que se sumen a este Instituto, considerando la situación y necesidades de cada entidad, así como la aportación solidaria que les correspondería para eficientar este nuevo sistema.

A partir de ahora lo que pase con el cumplimiento del servicio y medicamentos gratuitos, cobertura universal, además de una infraestructura adecuada que garantice una mejor atención a la población, ya no será solo reprochable al presidente, sino también de los Gobernadores. Ojalá a este anuncio si le agreguen buena planeación y programación, no sólo una foto anecdótica, porque de lo contrario muchos mexicanos seguirán pasando apuros injustamente.

Para rematar, los legisladores de MORENA en el Estado de México, deben estarse preguntando en qué momento se les ocurrió entrar a pugnar justicieramente y casi prometer el revocamiento del aumento de 20% al Pasaje en la entidad, pues no tienen facultades hoy para hacerse cargo de la supervisión del ramo, ni la capacidad de estructurar estudios y proyectos en la materia, que si son atribución del Ejecutivo a través de la Secretaria de Movilidad. A menos que se dispongan a trabajar a fondo conjuntamente, les seguirán lloviendo reclamos y con alguno de los sectores quedarán mal parados.