Destitución en puerta

Martha Nava

Destitución en puerta

Todo parece indicar que al Presidente de Estados Unidos, Donald Trump lo persigue la sombra de la destitución y es que la presidenta de la Cámara Baja la demócrata Nancy Pelosi anunció este martes que se iniciará un juicio político en su contra por supuestamente haber presionado en julio pasado, a través de una llamada telefónica, al Presidente de Ucrania Volodymyr Zelenskiy a que investigara al exvicepresidente, Joseph Biden quién sirvió durante la administración del expresidente Barak Obama y que ahora es su contrincante electoral.

El tema aquí es en pocas palabras que la oposición demócrata cree que Trump se benefició de su posición de poder para forzar a Zelensky para que investigara a Biden, incluido el uso de la ayuda militar que le otorgaba EEUU como punto de presión.

Este no es el primer escándalo que enfrenta Trump, a lo largo de su corta trayectoria política se le ha acusado de asociarse durante su campaña con Rusia para poder ganar las elecciones –tema relacionado con el escándalo de Facebook y Cambridge Analytica- y recordemos las numerosas acusaciones de acoso y abuso sexual que han salido a la luz que si bien ninguna de estas ha sido llevado a un juicio que afecte genuinamente su puesto en la Casa Blanca, claramente han afectado su imagen pública.

Lo interesante de este nuevo escándalo es que sólo dos presidentes de 45 han enfrentado un juicio de “impeachment” o destitución, esto sin considerar a Nixon que renunció al cargo antes de que se iniciara un juicio en su contra precisamente por usar recursos del Estado para investigar a su contrincante electoral; así el primer presidente de EEUU en ser sometido a un juicio del tipo y ser destituido fue Andrew Johnson quién tomó el poder después del asesinato de Abraham Lincoln y cuyo juicio se dio por temas relacionados al racismo esto en el año de 1865 y el segundo fue Bill Clinton quien negó un amorío con una empleada de la Casa Blanca, si bien al final su destitución no fue efectiva por falta de votos, su carrera política y evidentemente su imagen se vieron manchadas por la divulgación de esta falta moral.

Como era de esperarse Donald Trump hizo uso de sus redes sociales para hacer declaraciones sobre el tema y tachar de “cazaría de brujas” y “basura” las declaraciones de la Presidenta de la Cámara Baja, además de negar rotundamente haber ejercido presión alguna sobre el Presidente de Ucrania para que investigara al hijo de Biden, Hunter Biden quien trabajó en una compañía de gas natural ucraniana diciendo que “No dije 'tienes que hacer eso o no te ayudaré”.

Lo cierto es que este escándalo podría afectar fuertemente su proceso de reelección y es que la audiencia electoral en cualquier país más que castigar con su desconfianza un delito lo que no puede perdonar es el engaño por parte del político; la mentira es, hoy en día, la peor enfermedad que puede padecer la imagen de cualquier figura pública.

Twitter: @Mar_Naa