Del Mazo salió del ostracismo

Javier Martinez

Del Mazo salió del ostracismo

**Metepec sumido en inseguridad y Gamboa se da la gran vida**

**Se acaban los privilegios de Esteban Serrano en Toluca**

**AMLO sin formas decentes para acabar corrupción en salud**

La ausencia del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, era una preocupación para la clase política y La Mayoría Silenciosa, sus apariciones son muy esporádicas; dicen que su paso por Huixquilucan fue discreto, al llegar a la gubernatura la sombra de su primo lo opacó desde la presidencia, finalmente el fallecimiento de su señor padre le restó potencia política a su encargo.

Desde sus inicios en el gobierno municipal de Huixquilucan trabajaba poco, despachaba en una oficina de Interlomas, no le gustaba estar en palacio municipal y muchas veces delegaba varias tareas de su competencia a gente de su confianza, aseguran quienes tuvieron trato con el gobernador.

Al llegar a la gubernatura, se le vio poco, mostraba falta de liderazgo, incluso, cuando Enrique Peña Nieto dejó la presidencia, del Mazo no despegó, la falta de su padre lo dejó en la orfandad política.

Si de obras y promesas hablamos, del Mazo ha quedado a deber mucho en los casi dos años que lleva al frente de la administración mexiquense, no hay obras de relevancia, la inseguridad que prometió acabar en sólo unos meses se ha acrecentado y las mujeres, a quienes iba a fortalecer, reciben a cuenta gotas los apoyos sociales, en cambio sufren violencia y muerte día con día.

Las especulaciones quedaron atrás, Alfredo del Mazo apareció en una reunión en la casa del Estado de México, en donde se reunió con 11 mandatarios del PRI; ahora el tiempo dirá si fue iniciativa suya u orden de su primo Enrique Peña Nieto.

Obviamente los temas que se trataron fueron oficiales, seguridad, salud y educación, los no oficiales son los más importantes, el apoyo para Alejandro Moreno en renovación del liderazgo en el PRI nacional, la actitud ante el presidente López Obrador y la elección intermedia.

De manera individual, del Mazo tendrá que determinar junto con su primo y los exgobernadores su gallo para el PRI estatal, de la decisión que se tome serán las posibilidades de resurgir o morir del partido tricolor, retener la gubernatura para el Grupo Atlacomulco. Alfredo del Mazo salió del ostracismo, La Mayoría Silenciosa tiene gobernador, no se sabe; el PRI tiene líder, quién sabe.

En Metepec

Si bien es cierto que la inseguridad es una constante en cualquier parte del país, en el municipio de Metepec La Mayoría Silenciosa ha resentido la diferencia entre la administración anterior y la llegada de Gabriela Gamboa, las ejecuciones, los asaltos, las muertes ahora son de manera más consecutiva.

Se nota que la alcaldesa no le haya al problema de inseguridad, ni al administrativo, ni a los servicios; muchos ciudadanos se quejan por su actuar, aseguran que se está dando la gran vida, con guaruras, camionetas de lujo, estilista de 24 horas y grandes negocios, a través de la renta de unidades para las tareas de servicios públicos. Atendiendo las peticiones ciudadanas, investigaremos lo pertinente para comprobar los dichos.

En Toluca

El golpe que le atizó el gobierno municipal de Toluca, que preside Juan Rodolfo Sánchez, a la organización Cuauhtémoc, que lidera Esteban Serrano, solamente se entiende en el ámbito electoral, los comerciantes siempre apoyaron al PRI y de ahí lograron los beneficios que adquirió su familia al apoderarse del parque de la Alameda y las plazas gastronómicas.

Serrano era un todopoderoso en la zona, desafortunadamente jugó mal sus cartas en la última elección y ahora ha perdido los privilegios. La gran duda es quién se beneficiará con su caída, porque seguro esas plazas serán ocupadas de nuevo por comerciantes.

En México

La crisis de salud en México no es nueva, la corrupción que impera en el sector lleva décadas, pocos fueron los privilegiados que, bajo el argumento de las causas más nobles, se enriquecieron; hoy acabaron esos privilegios, las formas no le gustan a La Mayoría Silenciosas, terminar con la corrupción de una manera tan poco ortodoxa es el estilo de nuestro presidente.

No esperamos que cambie su estilo, pero sí que respete las reglas, haga lo pertinente para castigar a los responsables y cuide las plazas laborales de los trabajadores y los derechohabientes.