Obrador y su declive en el quinto año de gobierno

Javier Martinez

Obrador y su declive en el quinto año de gobierno

El ejercicio del poder desgasta, dicen los que saben de política. Por eso, no es extraño que el presidente, Andrés Manuel López Obrador se vea debilitado en su quinto año de gobierno, ha perdido poca popularidad, pero la acumulación de errores está siendo aprovechado por la oposición y La Mayoría Silenciosa tiene claro que muchas promesas no se cumplieron, otros aspectos más empeoraron con su gobierno y algunos más le valieron un soberano cacahuate, como el respeto a la ley.


La corrupción que impera en su familia, empezando por sus hijos, hermanos y primos, solo es un botón de muestra, de lo que su gobierno representa, fue lo que más criticó de sus antecesores y en eso se convirtió. Hoy todos saben de los negocios que hacen sus hijos, del dinero que sus aliados le entregaban y del enriquecimiento ilícito de muchos de sus colaboradores. Todo pasó de ser una incógnita a una realidad, la corrupción salió a flote.


Pero el ejercicio del poder también enseña que no se puede bajar la gasolina a 10 pesos, sin infraestructura, sin deslindar el impuesto especial de los ingresos del gobierno. Enseña que no es fácil sacar al Ejército de las calles; que los abrazos no paran los balazos, que el buen comportamiento existe en muchos, pero unos pocos bastan para destruir la tranquilidad de un país. Que la seguridad es una obligación de un gobierno, no una concesión de una persona, que los delitos se castigan con penas, no con programas, que a la gente se le protege con la fuerza del Estado, no con estampitas de santos.


Que su hígado y su sed de venganza no están por encima de la ley, porque la ley es un principio rector de una democracia, que al violarla obligas al retroceso en el desarrollo y la evolución de un país, que eres ejemplo para tus gobernados. Que al no tomar en serio su cargo, insulta la inteligencia de La Mayoría Silenciosa, que sus caprichos, amenazan la seguridad económica, social y política de todos.


Hoy todos saben que López Obrador respeta más al Chapo Guzmán y su mamá que a los periodistas, solo porque critican su ejercicio de gobierno, muchos dicen que se deriva de no darles dinero, otros piensan que si hiciera bien las cosas no tendría que justificar con mentiras sus errores de gobierno ante la prensa. El presidente ha caído en el cinismo, sus hermanos e hijos han sido descubiertos en actos de corrupción, él lo niega, a pesar de los videos y los audios que circulan en la red, a pesar de la documentación de casas en la que viven y de los restaurantes fifís que visitan.


Obrador y sus fanáticos confunden el agradecimiento de los adultos mayores con un buen gobierno, pero al mismo tiempo aseguran que la gente ya está más politizada, que no se dejan engañar. De ser así, confiemos en la objetividad de La Mayoría Silenciosa para tomar buenas decisiones en la elección del 2024, que conozca las diferencias entre un buen gobierno que atiende sus problemas, sus necesidades, y otro que solo gobierna la mitad del día, desde una tribuna mañanera, dando programas sociales y haciendo obras al vapor sin planeación.


Poder Judicial al banquillo de los acusados


La actuación del juez, Manuel Alejandro Martínez ha puesto en el banquillo de los acusados al Poder Judicial del Estado de México, luego de dejar en libertad al abusador de una niña, muchas personas han puesto en tela de juicio la impartición de justicia y han salido a la luz casos con irregularidades, al menos dos han llegado a la redacción de diarioevolucion.com.mx, las inconsistencias se dan en un momento que el Poder Judicial enfrenta una batalla mediática por el tema de la certificación voluntaria de los abogados en diversas materias, con un costo que no ha dejado contentos a quienes deben tomarlos.


El tema ya llegó al Senado de la República, donde Josefina Vázquez Mota pidió la destitución inmediata del juez, el caso tan sonado también obligó a la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, a intervenir en favor de la niñez.


Los casos en manos de nuestro medio señalan a una juez que labora en Tenango del Valle de favorecer a un despacho de abogados por encima de los intereses de una persona, a pesar de que el litigante demostró que su representado no puede ser vinculado a proceso, la juez, insiste en no darle su libertad.


Otra juez, integrante del Consejo de la Judicatura, ha usado todos los medios a su alcance para favorecer a una persona con la guardia custodia de sus hijas, a pesar de que el abogado de la madre ha demostrado alienación parental, el caso lleva años, con todos los medios jurídicos demostrables y comprobados las menores no han podido regresar con su madre, hasta hace unos días se encontraban en custodia del DIF mexiquense, luego de ser recuperadas en Puebla. Hoy se teme un posible cambio de juez para echar abajo todos los avances que se han tenido, y la custodia en la familia del indiciado.


Hoy en día, el magistrado Ricardo Sodi Cuellar enfrenta una crisis histórica en el Poder Judicial del Estado de México, y estos casos no abonan a la tranquilidad con que debe conducirse una institución impartidora de justicia, pero al mismo tiempo es bueno que se den a conocer las irregularidades de los jueces para enmendar el camino de la justicia que tan mala fama tiene.