Opiniones

Día Internacional de la Mujer: Reflexión, Respeto y Equidad

Día Internacional de la Mujer: Reflexión, Respeto y Equidad

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha que nos invita a reflexionar sobre el papel fundamental que tienen las mujeres en nuestra sociedad. Es un momento para reconocer no solo a doctoras, maestras, investigadoras, científicas o académicas, quienes han logrado avances impresionantes, sino también a aquellas mujeres que, con su esfuerzo diario, sostienen nuestra comunidad.


Hablo de las mamás que madrugan para preparar a sus hijos, de la mujer que vende productos de casa en casa, de quienes trabajan en la nevería, en la tortillería, en la lavandería, en el campo o en la pollería. Todas ellas han contribuido significativamente a que hoy una mujer pueda dirigir una empresa, gobernar un estado e incluso presidir un país.


El valor de la equidad y el respeto


Me siento profundamente orgullosa de las mujeres de mi familia, quienes me dieron el valor y el apoyo para convertirme en profesionista sin dejar de lado mi papel de madre y, por supuesto, de mujer.


Pero este camino hacia la equidad no es solo de las mujeres; los hombres también juegan un papel crucial. Existen muchos hombres que ejercen su masculinidad sin caer en el machismo, que respetan, valoran y trabajan de la mano con nosotras. No podemos olvidar que han sido criados, educados y rodeados de mujeres a lo largo de sus vidas.


En este sentido, hombres y mujeres debemos formar un equipo sólido, no solo en el ámbito familiar, sino también en el laboral. Como tú, lector, que además de ser un gran padre de familia, hermano, hijo, eres un compañero de trabajo que reconoce y respeta a cada mujer de su equipo, dándole su lugar.


Porque, al final, lo más importante en cualquier relación—personal o laboral—es el respeto.


Coherencia en nuestras acciones


Sin embargo, en las últimas semanas hemos visto situaciones preocupantes, como videos donde algunas mujeres hacen falsas acusaciones de acoso o violencia. Estas acciones son sumamente graves en un contexto donde muchas mujeres han sido realmente violentadas, acosadas o incluso asesinadas. Este tipo de conductas no solo perjudican a los hombres señalados injustamente, sino que también debilitan la lucha legítima por la justicia y la equidad de género.


Ser equitativos no significa confrontarnos, sino entender que todos merecemos respeto y oportunidades en igualdad de condiciones.


La lucha va más allá de las palabras


Si realmente buscamos un cambio, debemos ser congruentes entre lo que exigimos y lo que practicamos. No podemos salir a las calles a gritar "mírame y respétame" y, al mismo tiempo, bailar y cantar canciones que denigran a la mujer y fomentan la violencia. Como he dicho antes: la violencia ni se canta ni se baila.


La verdadera transformación no está solo en las marchas o en los discursos, sino en nuestras acciones diarias, en la educación que damos en casa, en la forma en que nos tratamos unos a otros en el trabajo y en los valores que promovemos en cada espacio que habitamos.


Hoy trabajemos por una sociedad justa, basada en el respeto y la equidad, donde hombres y mujeres caminemos juntos hacia un futuro mejor. Los leo en mi cuenta de x @vallesvanessa