Opiniones

El voto de los más pobres

El voto de los más pobres

 


Una de las expresiones más desafortunadas que ha tenido López Obrador, y que lastima por mucho a quienes se refirió, es la afirmación sobre cómo y de dónde obtiene sus votos Morena: “…ayudando a los pobres uno va a la segura, porque ya saben que cuando se necesite defender a la trasformación se cuenta con el apoyo de ellos, no es cuestión personal es por estrategia política”.  Duele no sólo porque lo dice el presidente, sino porque sus acciones durante más de cinco años en el poder han mostrado que es cierto.


En Palacio Nacional, donde se coordina la campaña oficialista a la presidencia, deben estar bastante preocupados y sospecho que en su cuarto de guerra están sin saber qué hacer. Su candidata ha llegado a su tope máximo en las encuestas. Como respuesta, el coordinador de la campaña, López Obrador, regresa a su recurso reiterado de que se está fraguando un “golpe de Estado técnico” desde el poder Judicial. El hecho es que, hasta marzo, de manera única en la historia, el presidente acumula 330 denuncias por diversos delitos electorales. La conducta del presidente rompe los principios de imparcialidad, neutralidad y equidad en la contienda.


De acuerdo con quienes realizan el análisis del discurso en las “mañaneras”, López ha repetido la expresión “golpe de Estado técnico” 167 veces. Resulta lógico el uso de este recurso por un autócrata que jamás ha reconocido sus derrotas y cuando esto pasa vocifera que le hicieron fraude. Es importante que no perdamos de vista que, desde el año 2018, las encuestas han sobre valorado el apoyo a los candidatos de Morena. Sin embargo, es cierto que, los resultados electorales muestran que entre 2018 y 2021 el partido del presidente perdió 9 millones de votos de los que originalmente lo llevaron al poder. En 2024 vemos que su candidata no prende, carece de carisma y sólo con movilización territorial, pagada a un costo inimaginable, logra tener público en sus mítines, sin mencionar el origen de los recursos, por demás indecible.


Morena no es la aplanadora que sus partidarios, militantes y dirigentes nos dibujan en medios de comunicación, redes sociales y hasta en las mesas familiares. Lo cierto es que en los últimos procesos electorales estatales ha obtenido en promedio el 20% del total de los votos emitidos. De ahí que se eche mano de las encuestas como herramienta de propaganda y se insista que las preferencias le favorecen. Quisieran, seguramente, que el tiempo pasara lo más rápido posible y que no existan sorpresas y mucho menos que Xóchitl crezca aún más en las preferencias.


En este mismo tenor, echarán mano de diversos instrumentos de Estado para sembrar el miedo entre los ciudadanos: movilizar a la delincuencia organizada o el mismo ejército para sembrar miedo en las calles; o a los siervos de la nación intimidando y coaccionando el voto con amenazas variadas, con el mismo objetivo.


En su artículo La mayoría abstencionista, publicado en Nexos, Carlos Hernández Torres, maestro en Matemáticas, presenta diversos datos que retomo para actualizar algunas cifras. Entre 2018 y 2022 la pobreza multidimensional pasó de 41.9% (51.9 millones de personas aproximadamente) a 36.3% (unos 46.8 millones de personas). Sin embargo, la pobreza extrema ha permanecido estable en niveles similares: en 2018 7.0% (unos 8.7 millones de personas) y en 2022 7.1% (unos 9.1 millones de personas).


Aunado a lo anterior el mayor problema se registró en el porcentaje de personas con carencia de servicios de salud que pasó de 20.2 millones (16.2%) a 50.4 millones de personas (39.2%). Las decisiones erradas, como cancelar el seguro popular, dejaron a 30 millones de personas sin servicios de salud. Además, el actual gobierno canceló 20 programas de apoyo a mujeres (no sólo en las zonas urbanas, sino en zonas marginadas e indígenas), así como a niñas, niños y adolescentes. De igual manera el desabasto de medicamentos ha tenido serias consecuencias para la población como el caso de los niños y las mujeres con cáncer. Situación aparte es el incremento de los precios de los medicamentos que ha complicado todavía más la situación.


Podemos ver que las decisiones de López han afectado, a los grupos más vulnerables esos que supone “defenderán a la transformación cuando se necesite”.  No sólo la clase media ha sido lastimada, situación que le ha generado una amplia gama de adversarios. López lleva cinco años provocando polarización recurrente que no deja de crecer. Estamos en un punto crítico para México porque el presidente enfrenta la pérdida del apoyo de amplios sectores que antes votaron por él y esa situación lo lleva a actitudes extremas de violencia verbal y violaciones reiteradas a la ley.


Si los candidatos de la alianza “Fuerza y Corazón por México”, (Xóchitl, las personas que aspiran a gubernaturas, senadurías, diputaciones federales y locales, presidencias municipales, sindicaturas y regidurías) logran generar una narrativa que sea lo suficientemente eficaz, que atraiga la atención y cambie esas inconformidades en votos a su favor estaremos acercándonos a la derrota del sistema, así como antes fue el tsunami en el 2018 ahora es la esperanza ciudadana.  Y es una narrativa simple: corrupción y violencia en el autoritarismo que cancele libertades o democracia con respeto a los derechos humanos de las personas para vivir sin miedo en la legalidad.


Seguramente la clase media ha definido ya su voto y hay que reforzar y activar esa decisión para que asistan a las urnas mayoritariamente, hasta rebasar el 65% del padrón electoral. Eso sí, admitamos que hoy la palabra la tienen los electores menos favorecidos económicamente. La tarea pendiente es que el daño que López les ha hecho se traduzca en votos a favor de un cambio de rumbo que impida el segundo piso de más “corrup…transformación”.  Nosotras y nosotros decidimos: claudicamos en el intento o nos damos la oportunidad de tener vida, verdad, libertad y prosperidad para todos.