Nuestro país está envejeciendo y no nos estamos preparando para enfrentarlo, si bien es cierto, que se están llevando a cabo algunas políticas para enfrentar este fenómeno, pero sin lugar a dudas el problema nos podría alcanzar y rebasar sino comenzamos a trabajar en esta situación.
El fenómeno del envejecimiento poblacional se debe a dos factores principalmente, por un lado, a la disminución de la mortalidad que ha contribuido al incremento de la esperanza de vida y, por otro lado, ha disminuido el número de nacimientos. Esto, junto con los desarrollos científicos, tecnológicos, educativos y sociales, ha logrado que las personas vivan más años.
Sin embargo, ante una sociedad como la nuestra en donde la vejez es un tema mal visto y básicamente se tiene una idea negativa del envejecimiento ha ocasionado que estas personas sufran de discriminación tanto en el plano profesional como en la vida familiar, pues son percibidas como una carga social y económica, volviéndolos vulnerables a la exclusión, abandono y maltrato.
Las mujeres y los hombres de edad avanzada pueden experimentar el envejecimiento de manera diferente debido a factores biológicos, sociales y culturales. Las mujeres por una parte son estigmatizadas ya que la sociedad a menudo valora la juventud y la belleza, y las mujeres, en particular, pueden enfrentar presiones culturales y sociales que las llevan a sentirse menos valoradas a medida que envejecen. Incluso laboralmente son discriminadas mucho antes que un hombre debido a estereotipos relacionados con la edad y la productividad. La percepción de que las mujeres mayores son menos eficientes o menos valiosas en el mercado laboral puede afectar negativamente sus oportunidades profesionales.
El éxito del Gobierno del presidente Andrés Manuel ha sido el apoyo que ha brindado a las personas de la tercera edad, pero además del recurso económico, se debe trabajar en temas de políticas públicas, planes y programas mayores que estén enfocados a la protección de las personas adultas mayores.
Por cierto, para cerrar comento como un dato curios que un restaurante en Japón contrata solo a personas con deterioro cognitivo como un incentivo para incluirlas en la sociedad y concientizar sobre su padecimiento. Este negocio se localiza en Tokio, se llama el Restaurante de los Pedidos Equivocados la peculiaridad de este sitio es que terminas comiendo lo que no pediste, ya que las personas que atienden viven con demencia. Esto no lo hace un mal lugar, al contrario, según encuestas, 99% de los clientes “se declararon contentos” y apoyan la idea. Ustedes ¿Irían a visitarlo? Cuéntamelo en mi cuenta de X @vallesvanessa. Nos leemos próximamente.
