Opiniones

Balance 2022

Balance 2022
El 2022 empezó siendo un año de luces y sombras, mientras por un lado parecía le dábamos el adiós a lo peor de la pandemia del COVID19, por otro lado Rusia daba el paso para abrir una nueva guerra ilegítima y poco sustentada en valores democráticos, guerra que no solamente hizo temblar a aquella parte de Europa sino al continente entero, en términos tanto reales como geopolíticos, dicho conflicto tristemente continúa: el hambre de poder de un solo hombre parece tener capacidad de terminar con miles de vidas inocentes.

En términos internacionales, más allá de cuestiones globales como la inflación y las altas tasas de interés, también vivimos elecciones sumamente relevantes.

En enero Portugal tuvo sus elecciones parlamentarias donde la izquierda demostró una vez más estar muy por delante de la derecha de aquel país. Lo mismo sucedió los primeros días de febrero en este lado del Atlántico, con una ciudadanía costarricense votando masivamente a favor del partido progreso social democrático de corte socialdemócrata. Mientras tanto en Suiza se puso en práctica la democracia participativa con una serie de referéndums, en el cual el único que resultó con una votación a favor fue la protección de niños y adolescentes de la publicidad del tabaco.

A diferencia de lo sucedido en Portugal y Costa Rica, en Hungría en abril las elecciones parlamentarias llevaron a la victoria a la extrema derecha liderada por Viktor Orbán cuyo partido se caracteriza por el nacionalismo excluyente.

Por su parte, Francia en una segunda vuelta temía que sucediera lo mismo con Hungría teniendo por un lado a Emmanuel Macron líder del socialiberalismo francés y por el otro a Marine Le Pen, líder del frente nacional cuyos valores también se edifican en una ideología de extrema derecha, al final Macrón terminó vencedor, ahuyentando así al fantasma del populismo francés.

Otra de las elecciones más observadas fue la de las presidenciales de Colombia la cual enfrentó a los dos puntos extremos del espectro ideológico, sin embargo, ambos considerados como antisistema y populistas, al final fue Gustavo Preto líder de la izquierda nacional quien resultó victorioso.

Ya para la segunda mitad del año, algo muy parecido sucedió en Brasil donde también los extremos ideológicos compitieron por la presidencia, enfrentando así al ex presidente Lula Da Silva con el entonces presidente Jair Bolsonaro, así con una diferencia menor a dos puntos porcentuales Da Silva resultó victorioso en un país que prácticamente se partió a la mitad.

En noviembre, los estadounidenses eligieron a un tercio del senado, así como a la Cámara de Representantes, y aunque hubo una victoria en términos generales para el partido Republicano, ésta no fue tan avasalladora como esperaban la mayoría de los comentaristas, aunque bien, dio cabida al reinicio de la especulación del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Por otra parte, también en el escenario internacional hemos sido testigos de intentos de golpes de estado y anulación de la separación de poderes, específicamente con el caso de Perú donde el presidente tuvo que ser destituido después de dicho intento. Ahí mismo en Sudamérica otro fuerte escándalo político lo ha tenido que enfrentar la vicepresidenta Cristina Fernández quien ha tenido que hacer frente a una acusación y demanda por corrupción durante su mandato como presidenta.

En México, por su parte, se eligieron 6 gubernaturas, en las cuales el gran triunfador resultó ser MORENA obteniendo 4: Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, mientras el PAN únicamente pudo hacerse de la gubernatura de Aguascalientes y el PRI de la de Durango.

En México también hemos terminado el año muy agitados en términos políticos electorales, pues si bien la reforma electoral no logró pasar, MORENA y el presidente, si lograron su plan B mediante el cual hemos dado grandes pasos hacia el pasado, y en el cual se limita el presupuesto del árbitro electoral: el INE, así como las facultades del Tribunal Electoral para sancionar a aquellos que se brinquen las reglas y leyes que rigen los trayectos político electorales.

En fin, ha sido un año movido y nos espera uno igual de intenso con un 2023 donde se elegirán dos gubernaturas: la de Coahuila y la de la entidad más poblada del país y donde vivimos, el Estado de México, todo, sin lugar a dudas con la mira puesta en el 2024 y la sucesión presidencial.

Yo soy Isidro O´Shea gracias por escuchar y te invito a generar conversación en redes sociales donde me encuentras como @isidroshea.