Muy bien por el medio millón de mujeres que hoy son beneficiarias del programa salario Rosa a través del cual el gobierno asegura que está apoyando a igual número de familias de las cuales estas mujeres son pilar, con lo que estaríamos hablando de cerca de 2 millones de personas a quienes teóricamente se extiende el beneficio.

Se asegura que el Salario Rosa es un programa integral que además de entregar una suma económica, las capacita y las impulsa para que puedan tener un negocio que les permita duplicar el dinero.

Hasta el mes de noviembre, se reporta que este programa ha permitido la capacitación de 129 mil mujeres, de quienes más de 22 mil ya tienen un negocio propio, que puede ser un taller de costura, una repostería, un salón de belleza, tal vez otro giro de negocio u oficio.

Ahí creo que hay poner atención y preguntarnos, ¿que hace falta para que sea más del 4.4% de las beneficiarias las que logran autosuficiencia económica?

Por eso hay que procurar que la política social tenga algún componente de corresponsabilidad, que se traduzca en el desarrollo de proyectos emprendedores con una expectativa mayor de éxito, este esquema es precisamente el que se presume que tuvo el visto bueno de ONUmujeres y poco a poco ha ido evolucionando para tratar de ser mejor.

Nos han dicho que el Salario Rosa es un impulso que incrementa en 34 por ciento el ingreso mensual de las familias más vulnerables, aporta el 50 por ciento del gasto en alimentación, y equivale a cuatro veces su gasto en educación.

El alcance de este programa, su forma de operación y sus resultados así como la inversión que al mismo se destina, ha sido cuestionado desde el principio, en la idea que podría hacerse algo mejor o que es un esquema clientelar como tristemente se sospecha y suele criticarse a cualquier programa social que involucra entrega de apoyos, habría que superarlo.

Aritméticamente éste programa ha crecido a razón de 125 mil beneficiarías por año y de seguir así, tendría que llegar a 750 mil mujeres o familias, pero las últimas, quizá las menos beneficiadas.

Es necesario también considerar cuántas mujeres más pueden ser más fuertes, más autosuficientes en 2023, como para no estar a expensas de otro programa gubernamental o angustiarse por lo que pueda pasar cuando concluya este gobierno.

Ojalá que ya lo hayan pensado y estén trabajando al respecto.

Pronto nos daremos cuenta si el programa que prometía dejar de ser clientelar y generar autosuficiencia funcionó o será nuevamente material de campaña, hasta ahora parece quedar a deber en trascendencia.