“Alfonsina y el mar” es una de las canciones más tradicionales del repertorio folklórico argentino, pero es el relato de una tragedia: el suicido de Alfonsina Storni.
Un octubre de 1938, la poetisa Alfonsina Storni Martignoni viaja a Mar del Plata, se instala en un hotel luego camina hacia el mar y salta al agua desde el malecón. El suicidio fue solo el final de la vida de una gran poetisa que nació un 29 de mayo de 1892, en Capriasca, Suiza. Alfonsina Storni nace en el extranjero debido a los negocios cerveceros de su padre. De regreso a la Argentina la familia comienza a padecer penurias económicas, prueban instalando un café en Rosario donde Alfonsina limpia y sirve las mesas. A los 12 años escribe su primer poema pesimista y desesperanzador, lo deja debajo de la almohada de su madre que al leerlo la somete a una golpiza para que entienda que la vida es bella. Alfonsina Storni consideró en varias oportunidades quitarse la vida, pero al recibirse de maestra recuperó el amor por la vida y comienza a publicar sus primeros poemas en revistas de Rosario. Mientras trabajaba como empleada en una tienda se publica su primer libro "La inquietud del rosal".
En la cima de su carrera descubre, en el mar, que padece cáncer de mamas, la mastectomía a la que fue sometida, dejó tremendas cicatrices físicas y emocionales, si bien ella ya poseía un desequilibrio emocional, este se acrecentó hasta no poder dominarlo.
México, al igual que el resto del mundo, enfrenta un incremento de conducta suicida en adolescentes; cada año hay más y son más visibles, según Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que la tasa de suicidio para la población de 15 a 19 años subió de 6.9 por cada 100 mil habitantes, a 7.7, mientras en los niños de 10 a 14 años pasó de 2 a 2.1 por cada 100 mil habitantes en ese mismo periodo. El Programa Nacional de Prevención del Suicidio (Pronaps) tiene como objetivo establecer mecanismos para atender a las personas que solicitan atención por comportamiento suicida y reducir la mortalidad por suicidio.
Causas como trastornos psicóticos, ataque de pánico, ruptura de la pareja, la muerte de un ser querido, una enfermedad crónica terminal, como cáncer, o la pérdida de estatus económico o del empleo llevan a desarrollar síntomas que se manifiestan en trastornos del sueño, pérdida del apetito y de la libido, crisis de ansiedad o alteraciones en el estado de la conciencia. Hay que estar “muy al pendiente” si se presentan actitudes sobrevaloradas de culpa y desesperanza, o si hay datos de planeación suicida estructurada; por ejemplo, cuando escriben cartas de despedida. Un joven que tiene el deseo de quitarse la vida también tiene la esperanza de no morir.
Un día lluvioso de octubre de 1938, Alfonsina Storni se traslada al hotel de una amiga en Mar del Plata, escribió varias cartas a sus familiares y envió el poema "Voy a dormir" al diario la Nación. La madrugada del 25 de octubre, en busca de paz y terminar con el dolor, se dirigió por el camino más corto a la playa, La Perla, y ya no se le volvió a ver hasta que horas después dos obreros la encontraran flotando ya sin vida en las aguas de esa misma playa. La noticia fue un golpe brutal a la moral de la nación argentina.
Las primaveras, como la vida, al marcharse dejan preparadas las lloviznas de otoño.
Dr. Arturo Argente Villarreal
Escuela de Derecho
Tec de Monterrey