PROVOCACIONES
Unidad, Colaboración, Acuerdos, Alianzas, Coincidencias
Estas son de las palabras más enunciadas en los actos de toma de protesta de las y los Presidentes municipales, ante la ciudadanía y el gobernador del Estado de México, o algún representante del mismo.
Se ha preparado para ello en cada municipio, ceremonias solemnes y actos glamorosos con los cuales pretenden dar una buena primera impresión.
Hay en toda esto, una parte significativa que – a riesgo de sonar idealista- quiero destacar; es la declaración y el compromiso de guardar y hacer guardar las leyes y disposiciones que emanan de la constitución, es nuestra carta magna viva, para regular la convivencia entre las personas, el contrato social al que nos sujetamos con la idea que se atiendan los asuntos públicos y se administren también los recursos públicos de la mejor manera que a la colectividad convenga.
Ojo, esto no debe pasar como un acto frívolo ni exclusivo de un grupo selecto, sino como el acto popular mas significativo para abrir una nueva etapa de gobierno y pretendidamente de desarrollo social, desde el que se dice, es el nivel de servicio público más cercano a la población y que por lo mismo debe estar sumamente abierto y dispuesto a la participación de la ciudadanía.
Planear, administrar y ejecutar excelentemente cada acción de gobierno, así como regular adecuadamente la convivencia entre los ciudadanos y proveer eficientemente todos los servicios es lo mínimo indispensable para lo cual se requiere entusiasmo si, pero complementado con visión, talento y preparación.
Por eso los ciudadanos y ciudadanas tendríamos que poner mucha atención, darnos cuenta de lo cerca que intentan estar de la gente o la distancia que empiezan a abrir, de la capacidad y el estilo de dialogo que quieren entablar, además de los catálogos de propuestas y proyectos que los nuevos alcaldes y alcaldesas plantean en sus discursos y a sus intenciones de cambio, pero sobre todo ello, debemos identificar la forma en que podremos participar de todo este proyecto, porque es nuestro derecho y también obligación.
Mucho se invoca la UNIDAD, y creo que es pertinente, porque no hay ningún gobierno que pueda presumir aceptación unánime, pero todos sin excepción deben buscar satisfacer las necesidades y procurar oportunidades de mejora para toda su población, sin importar por quien hayan votado o en qué partido militen. Porque en el momento complicado que atravesamos, la suma de esfuerzos y de recursos entre los municipios, el estado y la federación es quizá la única fórmula en la que realmente se pueden lograr transformaciones positivas, sin demagogia, sin farsas.
Ojalá impere la sensatez y empiecen con el pie derecho, serenándose y no prestando oídos a su ego ni a los espontáneos que, con cálculos inverosímiles, idean aspiraciones y candidaturas a la gubernatura estatal, cuando no han empezado a cumplir con la responsabilidad que les fue otorgada a través del voto en las urnas el pasado 3 de junio.
Ojalá que muchos -por el bien de la población- tengan algunos resultados satisfactorios qué presumir dentro de un año, más que excusas y distracciones, sería solo el principio. Un año es aproximadamente lo que falta para que inicie formalmente el proceso electoral y son muchos factores políticos sobre los que deberían trabajar, así que mejor no se distraigan, en los municipios es donde más concentrados deben estar. No empiecen defraudando.
NO prometan lo que no puedan cumplir, no fallen en su labor fundamental.
Unidad, Colaboración, Acuerdos, Alianzas, Coincidencias
Estas son de las palabras más enunciadas en los actos de toma de protesta de las y los Presidentes municipales, ante la ciudadanía y el gobernador del Estado de México, o algún representante del mismo.
Se ha preparado para ello en cada municipio, ceremonias solemnes y actos glamorosos con los cuales pretenden dar una buena primera impresión.
Hay en toda esto, una parte significativa que – a riesgo de sonar idealista- quiero destacar; es la declaración y el compromiso de guardar y hacer guardar las leyes y disposiciones que emanan de la constitución, es nuestra carta magna viva, para regular la convivencia entre las personas, el contrato social al que nos sujetamos con la idea que se atiendan los asuntos públicos y se administren también los recursos públicos de la mejor manera que a la colectividad convenga.
Ojo, esto no debe pasar como un acto frívolo ni exclusivo de un grupo selecto, sino como el acto popular mas significativo para abrir una nueva etapa de gobierno y pretendidamente de desarrollo social, desde el que se dice, es el nivel de servicio público más cercano a la población y que por lo mismo debe estar sumamente abierto y dispuesto a la participación de la ciudadanía.
Planear, administrar y ejecutar excelentemente cada acción de gobierno, así como regular adecuadamente la convivencia entre los ciudadanos y proveer eficientemente todos los servicios es lo mínimo indispensable para lo cual se requiere entusiasmo si, pero complementado con visión, talento y preparación.
Por eso los ciudadanos y ciudadanas tendríamos que poner mucha atención, darnos cuenta de lo cerca que intentan estar de la gente o la distancia que empiezan a abrir, de la capacidad y el estilo de dialogo que quieren entablar, además de los catálogos de propuestas y proyectos que los nuevos alcaldes y alcaldesas plantean en sus discursos y a sus intenciones de cambio, pero sobre todo ello, debemos identificar la forma en que podremos participar de todo este proyecto, porque es nuestro derecho y también obligación.
Mucho se invoca la UNIDAD, y creo que es pertinente, porque no hay ningún gobierno que pueda presumir aceptación unánime, pero todos sin excepción deben buscar satisfacer las necesidades y procurar oportunidades de mejora para toda su población, sin importar por quien hayan votado o en qué partido militen. Porque en el momento complicado que atravesamos, la suma de esfuerzos y de recursos entre los municipios, el estado y la federación es quizá la única fórmula en la que realmente se pueden lograr transformaciones positivas, sin demagogia, sin farsas.
Ojalá impere la sensatez y empiecen con el pie derecho, serenándose y no prestando oídos a su ego ni a los espontáneos que, con cálculos inverosímiles, idean aspiraciones y candidaturas a la gubernatura estatal, cuando no han empezado a cumplir con la responsabilidad que les fue otorgada a través del voto en las urnas el pasado 3 de junio.
Ojalá que muchos -por el bien de la población- tengan algunos resultados satisfactorios qué presumir dentro de un año, más que excusas y distracciones, sería solo el principio. Un año es aproximadamente lo que falta para que inicie formalmente el proceso electoral y son muchos factores políticos sobre los que deberían trabajar, así que mejor no se distraigan, en los municipios es donde más concentrados deben estar. No empiecen defraudando.
NO prometan lo que no puedan cumplir, no fallen en su labor fundamental.
