La suerte de la fe

Oscar Glenn

La suerte de la fe

Ojalá

Por @oscarglenn

El 27 de febrero de este año se detectó el primer caso de Coronavirus en México, ocho días después se registró el primer caso en el Estado de México. Desde ese momento se informó que se aplicarían todos los protocolos correspondientes, se exhortó a la población a mantener la calma y a mantenerse informada únicamente por vías oficiales de la Secretaría de Salud del Estado de México, como las de la Secretaría de Salud federal -que era la autoridad presuntamente más competente- se pidió también hacer caso omiso a mitos en torno al COVID-19 para no replicar información errónea. Se esperaba que lo razonáramos y atendiéramos.

Estamos a punto de cumplir diez meses en los que la pandemia de SARS COV2 se ha extendido en nuestro estado, en el país y en el mundo, sin que hoy podamos pensar que estamos cerca de superar el peligro que esta mortífera enfermedad representa, y una de las formas más eficaces para contenerlo, en diferentes latitudes del mundo, ha sido apostar por el distanciamiento social o el confinamiento, aún a costa de paralizar la economía mundial.

Pasado este tiempo, el saldo preliminar en contagios oficialmente reconocidos -más allá de los debates aritméticos y de modelos estadísticos- es de 1 millón 255 mil 974 enfermos y 114 mil 298 muertos por Coronavirus en México, mientras el sistema de salud pública hace circo, maroma y teatro para responder a la demanda de atención, recargando la presión en los propios trabajadores del sector, que también en buen número han sufrido bajas significativas, mientras trataban de ayudar enfermos, con lo que tenían a su alcance.

Con la innegable abundancia de información de especialistas e incluso de organismos internacionales sobre la forma en que individual y socialmente se debe actuar para prevenir mayor propagación, muchos mexicanos y mexicanas de esos que no tienen la urgencia de salir a trabajar para sobrevivir, han optado por mostrarse en toda su esplendorosa negligencia, acumulando en muchos casos pseudorazones y argumentos para desatender cualquier recomendación, no cuidarse, ni ser solidarios, apostando porque sus motivos, su fe y su suerte les mantendrán a salvo. Ojalá que el virus fuera tan selectivo.

En el Estado de México en las últimas cuatro semanas se han incrementado 32% el ritmo de contagios, tenemos, 114 mil 775 los casos que han resultado positivos y 15 mil 455 mexiquenses han perdido la vida a causa de esta epidemia, además 2 mil 399 pacientes internados, cerca de 400 pacientes intubados, superando ya lo que fue el que se pensaba era el peor momento de la pandemia en junio de este mismo año.

Se reportan además diez hospitales saturados de pacientes de COVID, en general la ocupación del Sector Salud ronda el 70%, y estamos a poco de regresar al Semáforo Rojo. Yo me sigo preguntado ¿cómo tendría que explicarse esto a la gente que se fue de fin de semana, que organizó fiestas, que se olvidó de las medidas sanitarias, que fue a la fiesta patronal de su pueblo, que planea ya los festejos de fin de año o que cree equivocadamente que la vacuna ya es la solución? Ojalá encontrará las palabras.