¿Se logrará el aprendizaje?

Ricardo Joya

¿Se logrará el aprendizaje?

Más allá del anuncio de que veremos a conductoras y conductores de televisión compartiendo "la pantalla" con docentes, para transmitir los contenidos de la estrategia "Aprende en casa II", ahora más que nunca tendrá validez el proverbio africano que dice: "Para educar a un niño se requiere la tribu entera".

La pandemia nos ha colocado –como sociedad- en la necesidad de no detener las clases, pero sin estar presentes en los centros escolares, por lo que el gobierno mexicano decidió aplicar un modelo similar a aquel que surgió a finales de la década de los años 60 del siglo pasado: la telesecundaria… pero con un vacío sustancial: no habrá apoyo presencial de docentes.

El peso, la responsabilidad y la mayor angustia será ahora de las familias, de las madres y padres, de las abuelas y abuelos, quizá hasta de las y los hermanos o de quien se encuentre junto a las y los estudiantes, quienes –en muchos casos- deberán afrontar el proceso en la soledad de su hogar.

La dinámica de "Aprende en Casa II" será emitir los contenidos educativos a través de la televisión, la radio, un cuadernillo de trabajo o internet. En el nivel preescolar, recibirán los contenidos poco más de 4 millones 780 mil niñas y niños; en primaria, alrededor de 14 millones; en secundaria poco más de 6 millones 400 mil y en Bachillerato, 5 millones 239 mil.

Para ello, se emplearán cuatro canales para educación básica y dos más para educación media superior. Adicionalmente, habrá transmisiones los canales de televisión de paga. La recomendación es consultar la página de la SEP.gob.mx para identificar con claridad en qué canales y horarios habrá que estar atentos.
La tarea -sin duda alguna- será titánica, y aparentemente se cumplirá el objetivo de "transmitir" los contenidos educativos que establecen los programas de la Secretaría de Educación Pública.

Sin embargo, la pregunta es ¿En verdad se logrará el aprendizaje deseado?

Algunos datos: en el año 2017, los resultados de la prueba Planea (Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes) reflejaron que entre estudiantes de tercero de secundaria, 33 % tuvo resultados "insuficientes" en Lenguaje y Comunicación; en ese apartado, entre estudiaron en telesecundaria, el resultado "insuficiente" aumentó a 48.8 %. En Matemáticas, 64.5 % de los alumnos del país obtuvo evaluación "insuficiente" y en telesecundarias, el porcentaje aumentó a 69.9 % en ese nivel.

Si bien, en telesecundaria se han tenido resultados limitados, en buena medida lo alcanzado ha sido por la presencia de las y los docentes, quienes traducen los lenguajes audiovisuales a los alumnos, considerando las experiencias previas de los estudiantes, para generar la experiencia significativa del aprendizaje. La intervención del docente es lo que permite la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje a través de la interacción y socialización.

Habrá que considerar, también, que las nuevas generaciones se encuentran inmersas en procesos de obtención de información mucho más dinámicos en los dispositivos personales y a través de plataformas interactivas que superan, por mucho, la velocidad de estímulos que propone la televisión, cuyo formato es fundamentalmente unidireccional.

¿Cuál es el riesgo si las y los estudiantes no se encuentran acompañados –que será muy probable ante el regreso de los adultos a las actividades productivas? Se amplía la posibilidad de abandono por no poder seguir, atender o comprender los contenidos de los programas, y por no existir interacción. Por ello, brindar seguridad y confianza las niñas, niños y adolescentes será fundamental.

La ecuación ideal es: predisposición adecuada, actitud del alumno para aprender; un diseño pertinente y atractivo del material didáctico para alcanzar al objetivo, y la intervención del docente. Los tres componentes son los que permiten alcanzar el aprendizaje significativo.

Habrá que tener mucha paciencia y cariño para acompañar a nuestras y nuestros estudiantes, y será altamente probable que los fines de semana toda la familia esté frente al televisor, repasando lo que no se comprendió durante la semana.

Así que, ahora más nunca, "para educar a un niño se requiere la tribu entera".