¿Trabajando por la Unidad Nacional?

Oscar Glenn

¿Trabajando por la Unidad Nacional?

Aun no entiendo qué ganaron los mexicanos o qué necesidad había de que el Presidente señalara enfáticamente este fin de semana en La Yesca, Nayarit, que se entregará a los adultos mayores de las comunidades indígenas su pensión (universal) a los que tengan 65 años y los "mestizos" que no son parte de éstas, la recibirán hasta los 68 años.

No creo necesario ese empeño presidencial en afirmar y prometer beneficios con tono de ocurrencias personales a lo "me canso ganso" que avivan los rencores y ánimos de revancha entre grupos sociales, en lugar de exponerlos como parte de programas con visión y estrategia que abatirán las desigualdades y cuyos métodos podrían tener alguna justificación si se analizan detenidamente.

Peor aún fue el tono de la discusión que se generó. Con mal tino, la oposición tachó de racista al presidente por esa decisión, provocando que les recetará otra de sus frases memorables "si ayudar a los más necesitados es racista, que me apunten en la lista", pero dejó ir la oportunidad de fundamentar su acción y dar idea del buen diseño o alcance de la misma, para alejarla de las críticas y el encono.

El 17 de septiembre de este año, el Presidente López Obrador afirmó que tomaría la palabra a sus adversarios y daría paso a la reconciliación y la unidad para construir una auténtica democracia, lo cual "solo se podrá lograr si se garantiza la libre manifestación de las ideas, el derecho a disentir, nunca pensar en el autoritarismo ni dictaduras o en la mano dura, ni siquiera en la mano blanda sino en construir", según dijo.

Sin embargo, no han sido pocas las ocasiones en que a lo largo de este primer año de gobierno que está por cumplirse el 1 de diciembre, sus dichos no concuerdan con sus hechos, o con sus propios parámetros para evaluar sus tiempos y resultados; ya sea refiriendo al crecimiento económico, la seguridad, la política social, las relaciones con el exterior y hasta las relaciones con los reporteros y los medios de comunicación

Voluntaria o involuntariamente, el Presidente ha expresado con frecuencia ideas que no sólo quedan en el terreno de la polémica sino que abonan de manera preocupante a la polarización y elevan el tono de las confrontaciones verbales entre sus simpatizantes y sus críticos, descalificando a quienes le cuestionan, provocando además que se desvíe la discusión erróneamente, pues no se trata de una batalla por la popularidad, sino de trabajo por la efectividad que necesita este país de su gobierno en todas las materias.

Es sabido que en la polarización hay posibilidad de afianzar lealtades, pero esa actitud del mandatario está alimentando el odio y legitimando entre sus seguidores el potencial de violencia hacia quienes piensan diferente, reflejado esto ya en las múltiples expresiones agresivas y amenazantes para líderes sociales políticos o periodistas que se atreven a criticarle, les llegan a tachar de sediciosos y hasta amenazan con agredirlos.

Esto debe detenerse y reencausar esa energía. En las redes sociales las expresiones amenazantes e intolerantes se están propagando y si no moderamos el tono, el próximo 1º de diciembre que se cumple un año de su ascenso al poder, la situación se puede descomponer, si las concentraciones sociales de apoyo y repudio que se están organizando, se exaltan. Máxime cuando se ha visto la eficacia de los provocadores infiltrados. Ojalá se entienda.

Provocaciones:

Antes que ocurra el cambio de Presidente del Poder Judicial del Estado de México, serán nombrados 10 nuevos magistrados, 3 en materia civil y 7 en materia penal. Es un proceso con tres exámenes y múltiples previsiones, para que sean las personas mejor calificadas las que accedan a esas magistraturas. Pude observar la primera fase en un examen escrito diseñado por especialistas, rigurosamente guardado hasta su aplicación, donde 30 aspirantes, con más de diez años de experiencia en impartición de justicia, plasmaron su conocimiento y sólo aquellos que obtuvieron calificaciones superiores a 90 pasan a la siguiente etapa. El mérito y la excelencia deben prevalecer.