Cuentas no cuentos

Oscar Glenn

Cuentas no cuentos

Partidos por la austeridad

Si todo ocurre como está previsto, este martes en la Cámara de Diputados Federal se aprobará el dictamen por el cual se recortará el 50% del financiamiento para los partidos políticos, con el argumento y la exigencia de buena parte de la ciudadanía, que todo lo que en los últimos años han recibido, no se ha reflejado en provecho de la sociedad, ya que hoy en mayoría tiene mala imagen de políticos como de partidos, además que por mucho tiempo no se supo cómo gastaron el dinero que se les asignó.

Este es uno de los compromisos significativos del proyecto de Gobierno del Andrés Manuel López Obrador y de MORENA que se traduciría en un ahorro de 2500 millones de pesos en 2020, lo cual desde luego genera beneplácito social y pone contra la pared a los otros partidos, que difícilmente se atreverían a defender públicamente la conservación de los 5 mil millones de pesos presupuestados originalmente y tendrán que batallar contra un Goliat.

Ante esto, es necesaria la misma proactividad para definir nuevas opciones de financiamiento para los partidos políticos, pues aunque 2500 millones de presupuesto federal no son poca cosa, la forma en que se acostumbraron a funcionar y hacer campañas se basó en el dinero y se consolidó como buen negocio, dejando las causas sociales en segundo plano, por lo que los genios creativos del Congreso como de los partidos deberán trabajar tiempo extra y por el mismo salario, para encontrar opciones de futuro.

¿Y las reglas?

Hablando de causas y dado que se argumenta que el dinero que no se asigne a partidos y todo lo que se pueda ahorrar se destine a sumarse a los presupuestos para ayudar a los más necesitados, se vuelve urgente que los diputados sientan ese mismo ímpetu para establecer las bases y plazos para que todos los programas sociales del gobierno federal tengan reglas de operación, pues si se destinan a programas de subsidios y transferencias, lo indispensable sería tomar medidas para conducirlos, evaluarlos y mejorarlos, reduciendo los espacios para la corrupción y la discrecionalidad que son los mayores males que han prometido erradicar. ¡Ojalá! ¿No pueden? ¿O no se oye?

¡Ideotas!

Ayer la Directora General de Asuntos Jurídicos, Derechos Humanos y Atención a Víctimas, de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM) presentó la metodología para la sistematización y evaluación de resultados y de impactos de las acciones derivadas de las Alertas de Violencia de Género decretadas en municipios mexiquenses, proponiendo empatar acciones de las dos alertas para contar con un solo plan de trabajo.

Muy bien por la practicidad; pero si apenas presentaron la metodología para evaluar resultados y pretenden armar un plan de trabajo ¿con base en qué planearon y evaluaron todo este tiempo? ¿Cómo decretaron una segunda alerta? ¿Por simpatía o al tanteo?