Este 3 de marzo, a 191 años de la creación del Instituto Literario que a la postre dio origen a la Universidad Autónoma del Estado de México, el Rector de la misma presenta su informe desde el interior del edificio sede, mientras afuera, un grupo quizá de unas cincuenta personas lanzan consignas por la libertad de expresión, la transparencia y en contra de la corrupción.
En esto hay circunstancias que me hacen dudar el que todo esté en su justa dimensión, aun cuando soy un convencido que urge y conviene que la institución limpie su nombre de sospecha haciendo justicia y enseguida brille por sus logros. Me da la impresión que se busca propagar este descontento y extender la inconformidad, con base en información incompleta y de manera tendenciosa.
Los manifestantes entre los que destacan hombres y mujeres jóvenes de apariencia estudiantil, algunos con el rostro cubierto, reclaman que no se haya sancionado a nadie, ni recuperado recursos presuntamente desviados, que no se hayan cubierto adeudos con el ISSEMYM, la inquietud es legítima, pero las auditorías tienen un proceso y tanto el OSFEM, como la ASF realizan auditorías externas, en las que nada tiene que hacer la propia institución auditada, ¿También los auditores son corruptos? ¿Y si esperamos las conclusiones conforme a la Ley?
¿Estudiantes reclamando falta de pagos al ISSEMYM del cual no son derechohabientes, o retrasos en el pago de los aguinaldos al cierre del 2018, sin ser trabajadores? ¿No están desenfocando su causa? ¿Alguien los está manipulando?
Sobre causa natural, el estudio, ¿dónde está su exigencia a los Diputados, la SEP o a la Secretaría de Hacienda del Gobierno Federal que hoy subsidia con 52 mil pesos a cada estudiante de la UAEM, cuando en otras instituciones otorga 106 mil pesos?
De la reforma a la Ley de la Universidad, se formuló atendiendo a 12,500 peticiones recibidas durante el proceso de campaña por la Rectoría y se efectuó una consulta durante 73 días, recibiendo la participación de 25,185 personas, a través de los mecanismos que dispone la institución, ¿esa participación es desechable?
Sólo me pregunto para finalizar ¿Cuál es el mérito del doctor Jaciel Montoya Arce, coordinador del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población (CIEAP) para buscar ser el interlocutor de estas inconformidades y no explicar asuntos tan elementales a los alumnos que se manifiestan? ¿Realmente les preocupan los alumnos? ¿Con 25 años en la nómina de la Institución, ese será su mejor legado?
En esto hay circunstancias que me hacen dudar el que todo esté en su justa dimensión, aun cuando soy un convencido que urge y conviene que la institución limpie su nombre de sospecha haciendo justicia y enseguida brille por sus logros. Me da la impresión que se busca propagar este descontento y extender la inconformidad, con base en información incompleta y de manera tendenciosa.
Los manifestantes entre los que destacan hombres y mujeres jóvenes de apariencia estudiantil, algunos con el rostro cubierto, reclaman que no se haya sancionado a nadie, ni recuperado recursos presuntamente desviados, que no se hayan cubierto adeudos con el ISSEMYM, la inquietud es legítima, pero las auditorías tienen un proceso y tanto el OSFEM, como la ASF realizan auditorías externas, en las que nada tiene que hacer la propia institución auditada, ¿También los auditores son corruptos? ¿Y si esperamos las conclusiones conforme a la Ley?
¿Estudiantes reclamando falta de pagos al ISSEMYM del cual no son derechohabientes, o retrasos en el pago de los aguinaldos al cierre del 2018, sin ser trabajadores? ¿No están desenfocando su causa? ¿Alguien los está manipulando?
Sobre causa natural, el estudio, ¿dónde está su exigencia a los Diputados, la SEP o a la Secretaría de Hacienda del Gobierno Federal que hoy subsidia con 52 mil pesos a cada estudiante de la UAEM, cuando en otras instituciones otorga 106 mil pesos?
De la reforma a la Ley de la Universidad, se formuló atendiendo a 12,500 peticiones recibidas durante el proceso de campaña por la Rectoría y se efectuó una consulta durante 73 días, recibiendo la participación de 25,185 personas, a través de los mecanismos que dispone la institución, ¿esa participación es desechable?
Sólo me pregunto para finalizar ¿Cuál es el mérito del doctor Jaciel Montoya Arce, coordinador del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población (CIEAP) para buscar ser el interlocutor de estas inconformidades y no explicar asuntos tan elementales a los alumnos que se manifiestan? ¿Realmente les preocupan los alumnos? ¿Con 25 años en la nómina de la Institución, ese será su mejor legado?
