Con la frase bendita "lo mejor está por venir", que es en sí otra invocación a la fe, han transcurrido los casi sesenta primeros días de este gobierno. Esperemos que especialmente en aquellas intenciones que pasan por modificaciones a la Constitución Política Mexicana, pongan toda la serenidad, visión e inteligencia para que así ocurra.
"Lo mejor está por venir" afirmó ayer en la Cámara de Diputados Federal, el secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, cuando pidió a los legisladores abrogar la reforma educativa del anterior presidente de México, porque ésta no significó una mejora académica de los estudiantes y fue punitiva para los profesores, además que se hizo sin su participación y ahora aseguran que darán cauce al proyecto educativo para pasar a una nueva etapa, luego de una consulta en la que se presume recabaron múltiples propuestas que serán insumo del nuevo diseño. Ojalá. ¡De verdad!
Particularmente creo se deben revisar sólo puedan aspirar a impartir clase en educación básica, aquellos que se hayan formado como profesores las Escuelas Normales, esas que con la primera reforma educativa parecían destinadas a su desaparición.
Así, las posibilidades que ofrece la nueva reforma educativa en ciernes, pueden reavivar el interés y la vocación por ser profesor, de esos que trabajan con pasión para trasformar a sus alumnos, con base en una preparación constante y sin rehusar a una evaluación pertinente que asimismo les permita desarrollarse laboralmente para fincar proyectos de vida decorosos con condiciones de trabajo adecuadas, en cualquier lugar de este bendito país.
Yo creo que se debe y se puede, más allá de los infames casos de pseudo profesores y pseudo estudiantes que con esos "escudos" siguen cometiendo tropelías. Ojalá los diseñadores de esa reforma tengan el tino de adoptar la previsiones necesarias para proteger a la educación.
En este orden de ideas, merece que se ponga atención a lo que está pasando con las Escuelas Normales del Estado de México, que según he sabido, en su más reciente proceso de ingreso logró aumentar en 118% el número de preinscritos a Normales y las inscripciones crecieron 74%, para tener actualmente más de 6700 aspirantes a convertirse en profesores, más de 7000 estudiantes para educadores y otros 300 en posgrado más de 300.
Es de destacar también que en este renacimiento del interés por la profesión magisterial, las escuelas Normales reciban más alumnos sin solicitar más recursos, más aulas ni bajar índice de idoneidad, es decir, se ha logrado hacer más eficientando los recursos, y por si fuera poco, en las evaluaciones magisteriales, los profesores mexiquenses tradicionalmente han obtenido las mejores calificaciones en el contexto nacional.
Esto indica que algo se está haciendo bien y quizá se pueda hacer aún mejor, además de ser referente o ejemplo a nivel nacional, en medio de este ánimo reformista. Habrá que observar también a los que han ideado este nuevo impulso, desde la Dirección General de Educación Normal y Fortalecimiento Profesional, de la Secretaría de Educación Estatal, que en números luce prometedor y apoyar para que en calidad no desmerezca.
"Lo mejor está por venir" afirmó ayer en la Cámara de Diputados Federal, el secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, cuando pidió a los legisladores abrogar la reforma educativa del anterior presidente de México, porque ésta no significó una mejora académica de los estudiantes y fue punitiva para los profesores, además que se hizo sin su participación y ahora aseguran que darán cauce al proyecto educativo para pasar a una nueva etapa, luego de una consulta en la que se presume recabaron múltiples propuestas que serán insumo del nuevo diseño. Ojalá. ¡De verdad!
Particularmente creo se deben revisar sólo puedan aspirar a impartir clase en educación básica, aquellos que se hayan formado como profesores las Escuelas Normales, esas que con la primera reforma educativa parecían destinadas a su desaparición.
Así, las posibilidades que ofrece la nueva reforma educativa en ciernes, pueden reavivar el interés y la vocación por ser profesor, de esos que trabajan con pasión para trasformar a sus alumnos, con base en una preparación constante y sin rehusar a una evaluación pertinente que asimismo les permita desarrollarse laboralmente para fincar proyectos de vida decorosos con condiciones de trabajo adecuadas, en cualquier lugar de este bendito país.
Yo creo que se debe y se puede, más allá de los infames casos de pseudo profesores y pseudo estudiantes que con esos "escudos" siguen cometiendo tropelías. Ojalá los diseñadores de esa reforma tengan el tino de adoptar la previsiones necesarias para proteger a la educación.
En este orden de ideas, merece que se ponga atención a lo que está pasando con las Escuelas Normales del Estado de México, que según he sabido, en su más reciente proceso de ingreso logró aumentar en 118% el número de preinscritos a Normales y las inscripciones crecieron 74%, para tener actualmente más de 6700 aspirantes a convertirse en profesores, más de 7000 estudiantes para educadores y otros 300 en posgrado más de 300.
Es de destacar también que en este renacimiento del interés por la profesión magisterial, las escuelas Normales reciban más alumnos sin solicitar más recursos, más aulas ni bajar índice de idoneidad, es decir, se ha logrado hacer más eficientando los recursos, y por si fuera poco, en las evaluaciones magisteriales, los profesores mexiquenses tradicionalmente han obtenido las mejores calificaciones en el contexto nacional.
Esto indica que algo se está haciendo bien y quizá se pueda hacer aún mejor, además de ser referente o ejemplo a nivel nacional, en medio de este ánimo reformista. Habrá que observar también a los que han ideado este nuevo impulso, desde la Dirección General de Educación Normal y Fortalecimiento Profesional, de la Secretaría de Educación Estatal, que en números luce prometedor y apoyar para que en calidad no desmerezca.
