Una reunión con miles de elementos de la SEDENA y SEMAR, para convocar a que con base en la Constitución, se sumen para enfrentar juntos el grave problema de la inseguridad y la violencia en México, fue el regalo dominical de Andrés Manuel López Obrador, a menos de ocho días de tomar formalmente el poder, lo cual en si constituye un hecho insólito.

En su mensaje en el Campo Militar 1A, de la Secretaría de la Defensa Nacional, repleto de uniformados, López Obrador, tuvo la escenografía más espectacular que hubiéramos podido imaginar para defender su propuesta para la creación de una Guardia Nacional, que haga frente a la problemática de la inseguridad en el país, para la cual se presentó una propuesta de reforma constitucional.

Épica resultó además la explicación económica dada por el Presidente Electo a los militares, reiterando la propagada versión que sitúa como causa de la criminalidad sin precedente, el fracaso de una política económica neoliberal que data -según su relato- de hace 36 años, tiempo en que se ha relegado el bienestar del pueblo, para entregar la riqueza nacional a manos extranjeras.

Metidos en la clase abierta de economía para los soldados, López Obrador hizo recordar el discurso de campaña, señalando que el nulo crecimiento económico fue impedimento para generar oportunidades para el desarrollo, dejando la economía informal, la migración y la delincuencia como únicas opciones de subsistencia a los mexicanos que quedaron al margen del bienestar construido por el modelo neoliberal, aseguró, por ello pidió ayuda también para acabar con la corrupción.

Ante la audiencia castrense insistió en su deseo de cambiar el régimen, la política económica. No más aumentos de impuestos, ni impuestos nuevos, sin gasolinazos, ni más endeudamiento del país, promete de nuevo, que sin privilegios, corrupción ni impunidad habrá recursos para impulsar actividades productivas que nos acerquen a pacificar al país, claro sin dejar de repasar en su discurso todos los programas sociales y apoyos que desea implementar.

El 80% del plan para serenar al país y garantizar la seguridad pública, depende de lo que se haga para generar desarrollo económico, empleo y bienestar, aseguró el líder tabasqueño, el resto (20%) tiene que ver con no permitir la corrupción en las fuerzas policiales, militares, jueces, ministerios públicos, además del profesionalismo -o la profesionalización- y la perseverancia del Presidente para no delegar esta responsabilidad a sus subalternos y atender el principal problema del país.

Fue así un mensaje a la población con el ejército como testigo, ni más ni menos. AMLO el experto en seducción de masas y generación de esperanza, podrá decir que se echo a la tropa a la bolsa. Lo dijo como lo dijo, ahora deberá generar el bienestar del que habla, ojalá cumpla en los mejores términos y las proporciones que lo expuso.

Ya repasamos el "por qué". Falta mostrar el "cómo" y ‘ cuánto". Ojalá alcance y derribe a todos los escépticos.