Transformación, claridad y menos estridencia legislativa

Oscar Glenn

Transformación, claridad y menos estridencia legislativa

El pasado jueves 15 de noviembre los diputados locales de MORENA, que constituyen la mayoría de la Legislatura Mexiquense, hicieron valer su peso y junto a sus aliados de Encuentro Social, votaron en contra del Dictamen del Informe de la Cuenta Pública Estatal del 2017, que es el último año del Gobierno de Eruviel Ávila Villegas como Gobernador del Estado de México, lo cual se puede considerar es una acción histórica que refleja la autonomía y restauración de hecho de las atribuciones y capacidades del Poder Legislativo respecto al Ejecutivo; no más subordinación, digamos, y suena bien porque acaba con algo que ya parecía mero trámite, además que da a entender que se mantiene en la mira al ex mandatario y su equipo para que expliquen que hicieron con los recursos que tuvieron a su cargo.

Sin embargo esto no parece ser bueno para el actual Auditor Superior, Fernando Baz Ferreria, pues asimismo se rechazó el dictamen de las cuentas públicas de los municipios, sorprendentemente después que tanto la cuenta estatal como las municipales fueron aprobadas por unanimidad -con la participación de MORENA- en las Comisiones Legislativas que analizaron el trabajo presentado por el Órgano Superior de Fiscalización, dependiente de la misma Legislatura; el cual se presume cuenta con capacidad técnica y operativa para haber realizado los análisis contables y las auditorías necesarias a los gastos realizados por los gobiernos en cada nivel.

Según la Ley Orgánica del Poder Legislativo, en el Artículo 95 se establece que "para el control, fiscalización y revisión del ingreso y del gasto público de todos los entes públicos la Legislatura dispondrá del Órgano Superior de Fiscalización, que actuará con basen en lo dispuesto en la Ley de Fiscalización Superior del Estado de México y su Reglamento Interior.

Tal parece que a alguien no gustó o no confía en el trabajo del Auditor Superior o quiere hacer más ruido sobre el tema, o bien que aún desconocen el marco jurídico, porque por una parte la Diputada Presidente de la Mesa Directiva, Azucena Cisneros exige castigo para quienes hubieran desviado recursos de programas sociales en el proceso electoral, cuando no se han acabado de solventar las observaciones que se reportan en el informe del OSFEM y por otra el Diputado Tanech Sánchez, presidente de la Comisión de Vigilancia pidió más tiempo para la revisión para la revisión de la Cuenta Pública, trabajo que se presupone se hizo previamente con el esfuerzo de cientos de auditores.

En este punto de la no aprobación de la Cuenta Pública, con base en la Ley de Fiscalización Superior, a Baz Ferreira le podrían hasta intentar destituir si considerarán que omitió señalar o fincar responsabilidades a alguien por el mal uso de recursos públicos, o podrían arriesgarse al formular señalamientos endebles por consigna, los cuales pueden ser desechados en una controversia legal y exhiban al Legislativo.

Por otra parte, estaría entrampándose la solventación de observaciones de los Alcaldes que están por concluir su mandato y también se ensombrece la discusión del presupuesto de egresos del 2019.
Es un momento determinante que ojalá se estudie con acuciosidad y se resuelva con profesionalismo para esclarecer ante los ciudadanos qué pasa realmente si no se aprueba la Cuenta Pública, y cuáles serán en lo futuro los alcances y la utilidad del OSFEM para el Legislativo en el cuidado del gasto del dinero público y que no haya impunidad ante irregularidades.