Opinión y análisis del Dr. Arturo Huicochea
Para mejorar la seguridad pública, el o la presidenta municipal debe saber cuántos delitos ocurren en su municipio cada día (no es suficiente lo que le dice el gobierno del estado a través del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, porque nomás toma en cuenta las denuncias presentadas ante la Fiscalía), cuántos delitos y conductas antisociales no se denunciaron; cuántas personas confían en su policía municipal, cuántas se sienten inseguras y en qué lugares de la ciudad; a cuánto ascendieron los costos causados por la delincuencia; quiénes fueron las víctimas y qué servicio de apoyo le brindó a cada una la policía.
Debe saber también que en el ayuntamiento anterior incumplió la obligación legal de presentar su Programa Municipal de Seguridad, que debería haber contenido esa información y que es momento de recabarla. Debe conocer con cuántos elementos de la policía cuenta.
Si indaga qué hace cada uno, pronto descubrirá que sus labores, al igual que el “patrullaje preventivo” y los “operativos” carecen de métricas de desempeño, pues no tienen objetivos precisos, y cuando existen, no tienen relación lógica con los datos del párrafo anterior.
Advertirá que la información que los policías recaban sin proponérselo en sus recorridos, se desperdicia al no estar vinculadas a investigación criminal alguna. Sabiendo lo anterior, la alcaldesa o alcalde debe, porque se lo mandata la ley, programar acciones para mejorar la seguridad pública municipal. Ese es hoy el quehacer de quienes fueron electos y reelectos.
El Programa de Seguridad Pública Municipal que prácticamente ningún ayuntamiento presentó el trienio pasado –lo cual desvela que realmente el asunto no es una de sus ocupaciones, aunque todos digan que es la principal de sus preocupaciones-, debe contener: La Estrategia Integral de Mejoramiento de la Seguridad Pública Municipal; sus indicadores, metas, objetivos y plazos específicos de cumplimiento, medibles y transparentes; el diagnóstico de la situación que presenta la seguridad pública en el municipio; las líneas de estrategia, los subprogramas específicos, con sus respectivas acciones y metas operativas correspondientes, incluyendo aquellas que sean objeto de coordinación con dependencias y organismos de la administración pública municipal o de otros ayuntamientos colindantes, y aquellas que requieran de concertación con los grupos sociales; los criterios para la organización, operación y modernización tecnológica; las unidades administrativas responsables de su ejecución y evaluación; y las demás consideraciones necesarias para el cumplimiento de sus propósitos.
Sin la Estrategia Integral de Mejoramiento, la seguridad pública municipal no dejará de ser más que un deseo. @HuicocheaAlanis