Opiniones

El PRI, el Campechano y el Club de los Interesados

El PRI, el Campechano y el Club de los Interesados

 


El intento de reelegirse de Alejandro Moreno, actual presidente del PRI, es la mejor muestra de que a este personaje le interesa una sola cosa: él mismo. No le importa el partido, no le preocupan los integrantes, no le interesa nada más que su propio beneficio. Solo ha demostrado que está ahí porque quiere destruirlo y reducirlo a su mínima expresión. Dice el refrán: "Piensa mal y acertarás".


Tras los resultados de las elecciones, otra persona con ética, valor y humildad, al día siguiente de las elecciones del pasado 2 de junio, habría presentado su renuncia con la esperanza de que alguien pudiera pensar en la manera de retomar las riendas de ese grupo político que, como ciudadanos, financiamos. De acuerdo con el financiamiento anual federal 2024 que reportó el INE, para este año, el PRI recibió un total de $1,201,628,530 pesos de financiamiento para el Sostenimiento de Actividades Ordinarias Permanentes (SOAP).


El campechano quiere continuar siendo el dirigente nacional del PRI, un partido que, pese a sus derrotas electorales y el gobernar en solo dos estados del país, Durango y Coahuila, se mantiene como la tercera fuerza política del país, y con ello, uno de los tres partidos que mayor financiamiento público recibe.


En marzo pasado, este partido cumplió 94 años, pero, como si fuera un adulto mayor maltratado, ya nadie lo respeta, pues ha sido humillado, traicionado y abandonado.


La jugada de Alejandro Moreno es clara: quiere terminar con el PRI. Pero, ¿por qué? ¿Cuál es el interés o las negociaciones que tiene? Solo él y sus colaboradores más cercanos lo saben... Mientras tanto, si lo dejan, el señor seguirá disfrutando de las mieles del poder, del dinero y de sus extravagantes lujos. Pero lo peor de todo es que se reirá de todos, y no solo hablo de los priistas, sino de los mexicanos que con nuestros impuestos le estamos financiando.


Recordemos que para que funcione la democracia, los partidos son vitales en el desarrollo de la vida política y democrática, pues son la base de la competencia. Pero también es a través de ellos que se gobierna, y si no existe un grupo político capaz de mantener esa rivalidad sana, el que gobierna en el poder es peligroso para el país y la vida democrática de nuestra nación.


El PRI, pero también el PAN y los otros partidos, necesitan ideas frescas que aporten a México y que busquen el bienestar de los ciudadanos. Mientras eso no suceda, pregúntele al PRD qué les pasará...