Este día, a diferencia de otros viernes, no es un viernes cualquiera; es el último viernes de este mes de diciembre y el último mes del año. Que este viernes nos sirva también para cerrar ciclos, para concluir esos pendientes, pero sobre todo, los personales. Digamos que este sería el último día para hacer nuestro corte de caja de este 2023, de estos 365 días que este año nos regaló. Muchos cumplimos sueños, terminamos proyectos, arrancamos otros, vimos a gente llegar a nuestra vida o partir de esta, y sí, eso también está bien. Sí, este viernes, tiene un aire diferente.
Pero también, que este día nos sirva de reflexión. Detengámonos un momento de este ajetreado día para mirar con otros ojos lo que tenemos alrededor y sirva para valorar o examinar ¿dónde estamos parados? Y pensar en ¿qué podemos mejorar? Y ojo, no pretendo que esta columna se trate de bienestar emocional, no; para eso están otras personas. Me refiero a lo que este año nos deja y que también será tema de los siguientes años. ¿A qué me refiero? Para tener una idea más clara y concisa, hablamos de que este 2023 el mundo recordará este año por muchos motivos, pero para los mexiquenses fue histórico. Estas elecciones que se vivieron el pasado junio cuando el exgobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, entregó la gubernatura de la entidad a la primera mujer que gobernará durante los próximos 6 años al estado mexiquense, abrió la puerta a un cambio radical, luego de 98 años de dominio priista en uno de los estados más importantes de la República Mexicana.
Pero los cambios no suceden de la noche a la mañana y como todos los cambios, a unos convendrá y a otros no. El siguiente año, la gobernadora y su nuevo equipo se encuentran en el proceso de la transformación para tratar de marcar la diferencia de lo que fue el gobierno priista del morenista. Sin embargo, los retos son muchos, las necesidades de la entidad son grandes y la experiencia indica que seis años son pocos para que se noten los cambios.
La gobernadora Delfina Gómez tiene grandes retos para este próximo 2024 en materia de economía, salud, educativo, social, de transporte e incluso en materia de ecología, pues nuestra entidad ha sido gravemente violada en el tema de recursos naturales por la gran mancha urbana y por la gran corrupción, en donde nuestros bosques y manantiales han sido afectados. El reto del agua para los mexiquenses, para este 2024, es verdaderamente serio. Es por ello que no solo basta en pensar en cómo hacer que a los mexiquenses les llegue el vital líquido, sino en tener programas que ayuden a recolectar y filtrar el agua de lluvia para almacenarla y emplearla en labores cotidianas.
La seguridad es un tema delicado y es inminente que hechos como el pasado 8 de diciembre en el municipio de Texcaltitlán se vuelvan a repetir si el Estado no pone un alto a las organizaciones criminales que tienen contra las cuerdas a los ciudadanos. La agenda del Estado de México está desbordada por tantos pendientes que hay por resolver y todos son urgentes. La verdad es que ya nada puede esperar, porque sí, los mexiquenses estamos tan cansados de esperar a que regresen nuestros familiares que se han perdido, a que se resuelvan los casos de feminicidios, a tener un mejor trabajo cerca de nuestra casa, a que se arregle ese bache que ha ponchado varias veces las llantas de nuestro auto, a que pongan tras las rejas a los criminales, a que se mejoren los baños de las escuelas de los niños y un gran etcétera.
La expectativa es que 2024 sea un año de cambio que esté pavimentando el camino para poderlo transitar hacia mejores condiciones para poder convivir mejor y que los mexiquenses nos sintamos seguros, protegidos y que en un futuro no tan lejano se pueda tener un clima de paz y seguridad, donde nuestros gobernantes, apoyados de la ciudadanía, podamos estar en el rediseño de nuestra entidad para tener una sociedad más sana para nosotros, nuestras familias y nuestros niños y para tener un México mejor. Entonces, este viernes, este último viernes del año, detengámonos un momento y miremos ¿dónde estamos parados? Para reflexionar en qué podemos cambiar para hacerlo mejor. Adiós, 2023.
