Opinión y análisis de Paul Valdés
La base de la pirámide representa al grueso de la población que se considera pobre en una sociedad. Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las personas que viven con menos de diez dólares americanos por día, se considera dentro de este concepto acuñado por C. K. Prahalad de la Universidad de Michigan, que visualizo una oportunidad para la expansión económica si las empresas miraban a un segmento tradicionalmente olvidado y estereotipado como una carga social.
Cuando las empresas comenzaron a voltear a este importante segmento, visualizaron servicios y productos asequibles tradicionalmente desatendido por el mercado como ha sido los servicios bancarios y financieros, y la adquisición de bienes duraderos a crédito, pero también discriminado por los políticos acostumbrados a ver clientelas políticas para ayudarles a ganar la próxima elección.
Los supuestos de la base de la pirámide advierten que las grandes empresas deberán desarrollar estrategias para que esta población se convierta en consumidores activos, y asi transformarse en el motor que impulse la prosperidad. Además, deberán trabajar en forma colaborativa, especialmente con el sector social y las instituciones del gobierno.
La base de la pirámide es particularmente importante en América Latina, pues podría alcanzar hasta el 70% de la población total, y una oportunidad para la salida de la pobreza, la expansión económica y el bienestar progresivo de esta parte de la sociedad. De acuerdo a www.amai.org.mx, el 52.5% de la población del Estado de México se ubica entre los segmentos D+, D, y E considerados como niveles socioeconómicos (NSE) bajos, el 31.4% en niveles socioeconómicos medios como el C- y C, y el 16.1% en los niveles más altos de la pirámide como el C+ y A/B por su nivel de ingreso, escolaridad y equipamiento de la vivienda. Cabe señalar que los NSE de AMAI se enfocan principalmente en localidades urbanas donde vive más del 80% de la población del país.
En el año 2020, el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, advertía que la base de la pirámide no constituye un grupo social estático. Son ciudadanos con necesidades insatisfechas, pero que también conforman un segmento dinámico de la población con ambiciones, preferencias y prioridades en evolución”.
La literatura sobre el tema advierte que la base de la pirámide no es un bloque monolítico, están aquellos que viven con menos de US$4 al día, que no cuentan con los recursos ni capacidades suficientes para satisfacer sus necesidades básicas. Quienes viven con entre US$4 y US$10 al día, llamados vulnerables, pueden satisfacer algunas necesidades y están a un paso de alcanzar la clase media.
El crecimiento de la región en las últimas dos décadas tuvo efectos positivos en el ingreso y bienestar de las personas de la base de la pirámide, aumentando su poder adquisitivo y adquisición de bienes duraderos así como de la tecnología. Sin embargo, los efectos de la crisis económica en el contexto de la pospandemia, la transición laboral y la subida de precios en energéticos y alimentos han puesto en severos problemas el bienestar de la población, así como el adelgazamiento de las clases medias. En el curso de la campaña que va del 3 de abril al 29 de mayo, será muy importante conocer las propuestas de las candidatas Delfina Gómez y Alejandra Del Moral para enfrentar los riesgos de una posible expansión de la base de la pirámide en suelo mexiquense.
CLAVES
- Los efectos de la crisis económica en el contexto de la pospandemia, la transición laboral y la subida de precios en energéticos y alimentos han puesto en severos problemas el bienestar de la población, así como el adelgazamiento de las clases medias. En el curso de la campaña que va del 3 de abril al 29 de mayo, será muy importante conocer las propuestas de las candidatas Delfina Gómez y Alejandra Del Moral para enfrentar los riesgos de una posible expansión de la base de la pirámide en suelo mexiquense.
