Opiniones

Polarización

Polarización

Opinión Arturo Argente Villarreal

Las democracias alrededor del mundo se encuentran en crisis. Hemos atestiguado el ascenso de gobiernos con tintes personalistas con el objetivo de desaparecer a las instituciones y a la legalidad, y esto se debe al enfado y decepción de millones de ciudadanos ante los abusos de la clase gobernante. En México hemos visto como la polarización ha provocado que se incremente la incapacidad de entablar un dialogo con el otro, que a su vez tiene la misma incapacidad de escuchar o analizar diferentes puntos de vista. El odio, la desconfianza y el rencor ha profundizado esta división que se encuentra acentuada por razones simplemente emocionales y cuando se cae en esta vorágine de odio y resentimiento no hay manera de discutir racionalmente nada, todo es rencor y oscuridad que invade el raciocinio. Esta transición política ha provocado profundas divisiones sociales y una sensación de vivir un campo de batalla a través de las redes sociales y que al final degrada, deteriora y debilita nuestra democracia.


Esta situación debe de comprometer al sector empresarial, ámbito académico y clase política a provocar foros de discusión que determinen la defensa de las instituciones y se fomente el debate para fortalecer las decisiones que sirvan para alcanzar acuerdos y dirimir nuestras diferencias.


Latinobarómetro ha medido el nivel de confianza en la democracia de nuestro país. En México es muy baja, en 2021 no alcanza el 40%. Menos gente confía en la democracia. Esta cifra prende los focos rojos y nos permite asegurar que nuestra democracia está en peligro.


Cada mañana en el discurso presidencial se ahonda en esta división donde se etiqueta a la población entre conservadora y liberal, entre ser fifí o ser chairo, se amedrenta a la población que, si el pasado vuelve, la patria volverá a estar en riesgo, se desacredita a los medios que critican y señalan los abusos y actos de corrupción de la clase gobernante, a la inversión extranjera se le ha etiquetado como un intento de reconquista por parte de gobiernos extranjeros. La verdad de este país la maneja un solo hombre.


Con esta postura oficialista se desacreditan a las ideas que sean distintas a la postura del presidente y se obstruyen los caminos institucionales que nos permiten aceptar que ganaron unas ideas sobre otras y es esta diversidad la que permite consolidar el rumbo de una nación.


Con la polarización se rompe todo esto.


Y así vemos cómo el futuro de nuestro país se va diluyendo y las próximas generaciones ocuparán un lugar en los datos que demuestran una enorme pobreza, carencia de medicamentos, un creciente desempleo y las consecuencias de sueños frustrados que nos lleve a preguntarnos que hicimos mal. ¿A quién culparemos en un futuro de todo este desastre? ¿Seguiremos culpando al pasado de todos nuestros pesares? ¿A dónde nos llevó toda esta polarización?


México no se merece todo este quiebre político y cultural que está condenando a las futuras generaciones. No podemos permitir tanto odio entre nosotros.


Dr. Arturo Argente Villarreal.
Escuela de Derecho.
Tec de Monterrey, Campus Toluca.