Opiniones

Dejar lo político a un lado

Dejar lo político a un lado

AMLO se encuentra políticamente fortalecido durante la mitad de su gestión; sin embargo, esto ha causado qué la inversión privada se haya detenido y, por consiguiente, haya causado un crecimiento muy moderado que no ha beneficiado a la plataforma...

Iniciamos un nuevo año enfrentando diversos retos que venimos arrastrando desde hace muchos años. Por un lado, vemos una oposición desarticulada tratando de entender cómo enfrentar la alta popularidad que goza el titular del ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador.


Este indicador contiene un escenario bifacial; por un lado, se ve reflejado un éxito político que aloja altos índices de apoyo popular al presidente. Pero, por otro lado, refleja los estragos de un fracaso económico que atentan a la realidad de los electores que apoyaron al presidente a ganar las elecciones del 2018. Esto se debe a que todo aquello que lo favorece en sus altos índices de popularidad es la polarización que el titular del ejecutivo ha marcado a través de su administración. Cada mañana, ha dinamitado la descalificación de las elites del país que durante muchos años se aprovecharon de la complicidad que los diversos gobiernos les otorgaron y les permitieron enriquecerse sin límite alguno


Esta descalificación ha agravado la diferencia social que hoy lastima la realidad de millones de mexicanos. AMLO se encuentra políticamente fortalecido durante la mitad de su gestión; sin embargo, esto ha causado qué la inversión privada se haya detenido y, por consiguiente, haya causado un crecimiento muy moderado que no ha beneficiado a la plataforma electoral que le ha sido fiel al presidente. Esto ha creado un ambiente adverso, de incertidumbre, que provoca que el sector empresarial guarde su dinero y espere tiempos mejores.


El sector público solo genera el 20% del PIB, el 80% restante proviene del sector privado. Esto tiene un efecto boomerang que demuestra que AMLO, aunque sale avante en el ámbito político, en lo económico sale reprobado. Esto es lo más grave.


La realidad es que la corrupción sigue vigente, la transparencia sigue obstaculizada por los designios del poder, la gasolina se sigue incrementando, la inseguridad sigue creciendo, la militarización sigue extendiéndose en cada rincón del país, no hay estado de derecho, la realidad de los pobres no ha cambiado; al contrario se ha agravado, el narco sigue influyendo en las elecciones del país; es un problema visible que el gobierno no ha querido atender, no hay apoyo a la cultura ni a la ciencia, el desabasto de medicinas sigue creciendo, la trágica realidad de los migrantes sigue siendo insultante, la línea 12 sigue siendo sinónimo de impunidad, la inflación sigue creciendo, la nación sigue enfrentando los mismos retos que venimos arrastrando años atrás.


Sin duda el 2021 contiene 12 meses que reflejan una eterna lucha por el control político y el poder.


Cada mañanera refleja a un presidente ajeno y lejano de su discurso de toma de posición donde pedía la unión de un país. Es el México unido el que se necesita para atender los diversos retos que enfrentamos como nación.


El obradorismo llegó para quedarse, en el aspecto político el presidente ha ganado, pero en el aspecto económico y social el presidente y México han perdido.


Este pedazo de tierra que vivimos necesita de la unidad de todo un pueblo para salir adelante.


Esperemos que el 2022 atendamos la grave realidad que vive el país y lo político lo dejemos a un lado.


Dr. Arturo D. Argente Villarreal
Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno
Tec de Monterrey
Campus Toluca.