Que la cooperativa venda al Deportivo Cruz Azul podría mejorar su perspectiva
En 41 días hemos escuchado hablar de amaños de partidos por parte de los jugadores, corrupción y malversación de fondos por parte de ex-directivos, mismos que al día de hoy se encuentran prófugos de la justicia y por si fuera poco minutos antes del encuentro ante Puebla correspondiente a la jornada 2 del presente torneo, todos nos preguntábamos ¿y donde está ‘el cabecita’?, el actual campeón de goleo aparecía en la banca para sorpresa de los aficionados, los cuales hallaron la respuesta a su pregunta más temprano de lo que los poblanos anotaron el único gol del encuentro.
Un video mostraba al futbolista uruguayo divirtiéndose en una fiesta luciendo los colores de la institución horas antes del encuentro, violando no solo la llamada "sana distancia" si no la concentración del equipo.
En Cruz Azul reina la anarquía y una falta total de ética, en 41 días el equipo se ha convertido en una sucursal de Sodoma en donde tal como en La Biblia sus propios pecados han condenado a este club a arder en las llamas del fracaso acumulando cinco partidos consecutivos sin conocer una victoria y con una afición que les ha dado la espalda.
A cómo yo lo veo hay pocas opciones que salvarían de la decadencia a un Cruz Azul, que hace años dejó de ser grande y hoy solo vive de recuerdos y quimeras.
En 41 días ha quedado en evidencia lo que son 25 años de malos manejos y vicios por parte de los que administraron y administran esta institución.
Se cree que el malo de este cuento tiene nombre y apellido (Billy Alvarez) , pero hay más culpables de la situación actual del club. Pienso en Greg Taylor, y en el famoso agente de nombre Hurtado o Victor Valdés (al día de hoy también prófugo), de la antigua administración y qué decir de la nueva que nos sigue entregando resultados similares.
Si como Pilatos, todos se lavan las manos , pregunto: ¿Por qué no vender el equipo y dejar que gente de fútbol sea la que tome las decisiones?
Según cifras oficiales dadas por la cooperativa Cruz Azul en 2016, lo que genera el Club de Fútbol no representa ni el 3% de sus ingresos y únicamente sirve para fines publicitarios, por ello parecen irrelevantes los resultados que pudieran darse en la cancha (cosa que ha quedado clara por parte de los directivos a lo largo de los años).
Es momento de que alguien que si tenga el interés por devolver la grandeza a este equipo tome las riendas e inclusive pueda hacer dinero con ello, porque al final el fútbol más que deporte es negocio y así la gente de cemento pueda quedarse en el cemento, como diría el dicho "zapatero a tu zapato."
Ofertas habrá, la cooperativa ganará y más importante aún se dejará de pisotear a una afición que no merece el trato y olvido que se le ha dado a lo largo de estos años. Esa es la única forma que imagino para que Cruz Azul logre librarse de su propio infierno.