Luego que el Tribunal Electoral del Estado de México negó que se realicen los recuentos de votos y anulara un reducido número de casillas de la elección del 4 de julio, la ex candidata a la gubernatura del Estado de México de Morena, Delfina Gómez, anunció que impugnará esta resolución ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y continuará la movilización ciudadana pacífica.

A los magistrados estatales poco importó la marcha y plantón de presión de los morenistas, quienes esperan aún que a nivel federal les vaya mejor; pero en sentido práctico la ruta está marcada, descalificar a los árbitros, empedrar el camino del candidato ganador y rescatar mediáticamente lo hecho en 2017, proyectando todo lo deficiente como argumento para el 2018.

Así, con pocas posibilidades que el triunfo del priista se pueda revertir, el joven Alfredo debe tener claro que cada decisión es oportunidad por ello debe delinear un gabinete de alto nivel, con hombres y mujeres de merito y eficacia, mas que de afectos y raíces, así como un plan de acción inmediata con metas muy significativas, no sólo discurso. En otro tiempo sería mucho pedir, pero hoy la propia tropa tricolor lo reconoce ineludible y no hacerlo sería una omisión peligrosa que marcaría su sexenio.